Desde hace un par de años hemos venido bregando, con el Embajador Carlos Orlando, para que las autoridades competentes asumieran que el emisor subacuático que va a verter, a través de un tubo de 12 kilómetros de extensión y de 4, metros 30, de diámetro, las aguas cloacales de 4,300,000 habitantes y de miles de industrias de Buenos Aires, al Río de la Plata, lo que en un futuro podía abarcar 1.500.000 personas más de las zona Norte de esa ciudad, podía contaminar severamente este curso fluvial.
Durante el gobierno anterior sólo encontramos ignorancia y desinterés. No tenían conocimiento de algo que se había aprobado en el seno de la Comisión Administradora del Río de la Plata en enero de 2009, ni demostraron mayor interés en conocerlo. Al asumir el nuevo gobierno reiteramos nuestras notas y publicaciones de las que se hizo eco la diputada Nibia Reisch y eso dio lugar a una reunión del Presidente de la Delegación Uruguaya ante la CARP, Dr. Alem García, en Colonia, con su asesora ambiental y dirigentes políticos de ese departamento. Al término de esa reunión el Dr. Alem García fue categórico es afirmar que este emprendimiento no iba a contaminar las costas de Colonia
Con el correr del tiempo, luego que aportáramos sólidos argumentos científicos de que la planta de tratamiento que funcionará en Dock Sud, Avellaneda y procesará 2.300.000 metros cúbicos de desechos por día, en una primera etapa, lo que equivale a siete estadios de fútbol llenos de sustancias cloacales e industriales, y fundáramos nuestra posición en cuanto a que esta planta no asegura la eliminación de elementos químicos y biológicos nocivos, la posición del presidente de la delegación uruguaya ante la CARP fue mutando. Primero, sosteniendo un monitoreo de las aguas a verterse y luego un triple monitoreo que incluye el sistema de tratamiento a que hemos hecho referencia.
Con el Dr. Alem García puedo tener diferencias de criterio pero ello no obsta a que merezca el mayor respeto por su trayectoria de dirigente político y de hombre probo y creo que va a coincidir conmigo en cuanto a que, en este complejo asunto, no se trata de establecer quién tiene la razón, se trata de observar lo dispuesto en el art. 47 de la Constitución y el principio de Precaución consagrado en la Declaración de la Conferencia de Rio de Janeiro de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
El día 8 del corriente el Sr. Ministro de Ambiente Don Adrián Peña tuvo la gentileza de recibirnos al Embajador Carlos Orlando y a mí, con particular cordialidad pero a pesar del tiempo transcurrido lo hecho por el Sr. Ministro ha sido irrelevante. Se constituyó una comisión mixta con representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, que se reunió dos veces y nada más ha trascendido.
Reiteramos el momento de efectuar una consulta independiente sobre el sistema de pretratamiento de las aguas a verter por este emisor es ahora. Una vez que empiece a funcionar va a ser muy difícil pararlo y el impacto ambiental puede ser muy fuerte si como lo reconocen algunos científicos este sistema no elimina elementos químicos como el fósforo y el nitrógeno. Es el momento que ambos gobiernos platenses le soliciten al Banco Mundial, que ha financiado esta obra, que haga lo propio con un estudio independiente de impacto ambiental de este emisario y, en su caso, que financie el mejoramiento del sistema de tratamiento de las aguas actualmente instalado. Esa institución financiera internacional debería acceder a ese pedido puesto que entre sus principios básicos está el de proteger el ambiente y, a pesar de ello, reconoció, en su informe de 27 de junio de 2019 “(Matanza-riachuelo (MRB). Sustainable Development Project Additional Financing”, que se optó por un nivel bajo de tratamiento de esas aguas cloacales
Dr. Edison González Lapeyre