El proceso electoral en Venezuela ha generado preocupaciones internacionales. Brasil ha expresado su inquietud, especialmente en relación con la situación de la candidata Yoris y su compatibilidad con el Acuerdo de Barbados
Guatemala también ha calificado el proceso como preocupante y ha advertido sobre la consolidación de un sistema antidemocrático en el país
Además, por primera vez, el gobierno de Lula en Brasil ha cuestionado el proceso electoral, destacando los impedimentos para la inscripción de candidatos de la oposición y señalando una grieta en la relación con Colombia
La situación electoral en Venezuela para las elecciones de 2024 es compleja y está llena de incertidumbres. Según las encuestas, la precandidata de Vente Venezuela, María Corina Machado, lidera la intención de voto opositor con un 41,42%, seguida por Henrique Capriles y Freddy Superlano1. Sin embargo, hay preocupaciones sobre la viabilidad del proceso electoral debido a las inhabilitaciones de los principales candidatos de la oposición por la Contraloría General de la República, lo que les impediría inscribirse como candidatos.
La convocatoria a las elecciones presidenciales está prevista para el 28 de julio de 2024, pero existen retos significativos que cuestionan las garantías políticas y técnicas del proceso.
Además, un acuerdo firmado en Barbados en octubre de 2023 entre el gobierno de Maduro y la oposición establece que las elecciones se celebrarán en el segundo semestre de 2024, con observación de la Unión Europea.
Es un momento crucial para Venezuela, y la comunidad internacional está observando de cerca para ver cómo se desarrollarán estos eventos y si conducirán a un proceso electoral democrático.
La nueva candidata opositora en Venezuela para las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 es Corina Yoris. Fue anunciada por María Corina Machado como su sustituta, ya que Machado está inhabilitada para ser candidata.
Corina Yoris es una académica reconocida, licenciada en Filosofía y Letras y doctora en Historia por la Universidad Católica Andrés Bello. No tiene militancia política conocida y fue presentada en una rueda de prensa por Machado, quien destacó su honorabilidad y confianza en ella.
La opinión internacional sobre la situación en Venezuela en 2024 es de preocupación generalizada. Organizaciones como Human Rights Watch han reportado que los venezolanos siguen sufriendo represión y las consecuencias de una grave crisis humanitaria, con más de 270 presos políticos y cerca de 19 millones de personas necesitando ayuda humanitaria1. Además, la Misión Internacional Independiente de la ONU ha observado una reactivación de la represión violenta antes de las elecciones presidenciales, lo que plantea serias dudas sobre la posibilidad de que se celebren elecciones libres y justas.
El Acuerdo de Barbados, firmado en octubre de 2023, es un paso hacia la promoción de derechos políticos y garantías electorales, pero aún persisten acciones gubernamentales como la inhabilitación de candidatos presidenciales que aumentan la preocupación internacional1. La comunidad internacional sigue atenta a la evolución de estos eventos y a la capacidad de Venezuela para llevar a cabo un proceso electoral democrático.
En Uruguay, el canciller Omar Paganini, ha expresado una postura firme sobre la situación en Venezuela, asegurando que el país se está consolidando como “una dictadura”. Ha mencionado que el proceso electoral venezolano se ha desvirtuado, especialmente con la inhabilitación de candidatos opositores como María Corina Machado y la imposibilidad de inscribir a Corina Yoris, la candidata alternativa.
Paganini ha criticado que el gobierno venezolano permite la inscripción de candidatos que no representan un riesgo para el régimen, mientras impide la participación de aquellos que sí lo representan, alejándose de cualquier práctica democrática.

Declaración de LIBERTAS sobre la Situación Electoral en Venezuela
En nombre de LIBERTAS, expresamos nuestra profunda preocupación por la situación electoral en Venezuela y reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los valores fundamentales de la libertad y la democracia en todo el mundo.
La reciente evolución del proceso electoral en Venezuela ha generado inquietudes a nivel internacional. Tanto Brasil como Guatemala han expresado su preocupación por la posible consolidación de un sistema antidemocrático en el país. Es especialmente alarmante la inhabilitación de candidatos de la oposición, lo que socava gravemente la legitimidad del proceso electoral y mina la posibilidad de una competencia política justa y equitativa.
El gobierno de Lula en Brasil ha cuestionado abiertamente el proceso electoral, resaltando las barreras y los impedimentos que enfrentan los candidatos de la oposición para su participación, lo que arroja serias dudas sobre la transparencia y la imparcialidad del mismo. Además, la opinión internacional ha sido unánime en su condena a las acciones represivas y antidemocráticas del régimen venezolano, reflejadas en la continua persecución de disidentes políticos y la negación de derechos fundamentales a su pueblo.
La designación de Corina Yoris como candidata opositora para las próximas elecciones presidenciales, en sustitución de María Corina Machado, subraya la importancia de la resistencia democrática en Venezuela. Reconocemos el coraje y la valentía de aquellos que se enfrentan a la tiranía en busca de un futuro más libre y justo para su nación.
Es imperativo que la comunidad internacional permanezca vigilante ante los acontecimientos en Venezuela y continúe ejerciendo presión sobre el régimen de Maduro para que respete los principios democráticos y los derechos humanos de su pueblo. La firma del Acuerdo de Barbados en 2023 fue un paso positivo, pero su implementación efectiva sigue siendo una preocupación primordial, especialmente en lo que respecta a la participación plena y justa de todos los actores políticos.
Desde LIBERTAS, instamos a la comunidad internacional a mantenerse firme en su apoyo al pueblo venezolano en su lucha por la libertad y la justicia. La democracia no puede ser sacrificada en aras de intereses autoritarios y totalitarios. Reafirmamos nuestro compromiso con la causa de la libertad y permaneceremos solidarios con aquellos que luchan por ella en Venezuela y en todo el mundo.
Juntos, debemos continuar exigiendo un cambio positivo y sostenido en Venezuela, donde se respeten los derechos humanos, se promueva la justicia y se restaure plenamente la democracia.