«Elecciones regionales y la profundización de la crisis democrática en Venezuela»
Desde las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, Venezuela ha atravesado una profunda crisis política. En esos comicios, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Nicolás Maduro como presidente con el 51,95% de los votos. Sin embargo, la oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, denunció fraude y presentó actas que, según ellos, demostraban una victoria opositora con el 70% de los votos. Estas denuncias fueron respaldadas por observadores internacionales y varios gobiernos, que exigieron transparencia y una auditoría de los resultados.
La situación se agravó con la toma de posesión de Maduro en enero de 2025, generando protestas masivas en todo el país. Estas manifestaciones fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad, y se reportaron detenciones arbitrarias, incluyendo la breve aprehensión de la líder opositora María Corina Machado.
En este contexto, el gobierno convocó elecciones regionales y parlamentarias para el 25 de mayo de 2025. La oposición, dividida, adoptó posturas diferentes: mientras María Corina Machado y otros líderes llamaron al boicot, argumentando la falta de condiciones democráticas, figuras como Juan Requesens y Henrique Capriles decidieron participar, buscando mantener espacios de lucha institucional.
La campaña electoral ha estado marcada por la apatía ciudadana, con encuestas que indican una participación estimada del 30 al 35%. Además, se han reportado irregularidades como detenciones de opositores, inhabilitaciones arbitrarias y falta de transparencia en el proceso electoral.
Una controversia adicional ha sido la inclusión del territorio en disputa del Esequibo, perteneciente a Guyana, como nueva entidad federal para estas elecciones. Esta decisión ha sido rechazada por el gobierno guyanés y ha generado tensiones diplomáticas en la región.
En vísperas de los comicios, el ambiente en Venezuela es de tensión y escepticismo. Mientras el oficialismo busca consolidar su poder, la oposición enfrenta el dilema de participar en un proceso que consideran viciado o abstenerse y ceder espacios políticos. La comunidad internacional observa con atención, aunque con limitada capacidad de influencia en el desarrollo de los acontecimientos.
En el contexto de las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo de 2025, el gobierno de Nicolás Maduro implementó una serie de medidas represivas para consolidar su control político y desincentivar la participación opositora. A continuación, se detallan las principales acciones documentadas por medios y organizaciones de derechos humanos:
1. Arrestos masivos y detenciones arbitrarias
En las semanas previas a las elecciones, se registró una ola de detenciones que afectó a más de 70 personas, incluyendo opositores, activistas, periodistas y ciudadanos extranjeros. Estas acciones fueron justificadas por el gobierno bajo acusaciones de conspiración y terrorismo, aunque sin presentar pruebas claras. Entre los detenidos se encuentra Juan Pablo Guanipa, destacado dirigente opositor y aliado de María Corina Machado. Estas detenciones han sido interpretadas como una estrategia para sembrar miedo y desmovilizar a la población en un contexto de apatía electoral .
2. Inhabilitaciones políticas y persecución judicial
El gobierno intensificó las inhabilitaciones políticas contra líderes opositores, impidiéndoles participar en los comicios. Además, se reportaron casos de persecución judicial, incluyendo detenciones arbitrarias y procesos legales sin garantías, dirigidos a silenciar voces críticas y limitar la participación política de la oposición.
3. Desapariciones forzadas y represión violenta
Organizaciones de derechos humanos denunciaron casos de desapariciones forzadas, torturas y represión violenta contra manifestantes y opositores. Estas acciones fueron llevadas a cabo tanto por fuerzas de seguridad del Estado como por grupos armados afines al gobierno, conocidos como «colectivos». Estas prácticas buscan intimidar y desarticular cualquier forma de disidencia política .
4. Restricciones a la libertad de expresión y prensa
Se documentaron múltiples casos de censura y restricciones a la libertad de prensa, incluyendo detenciones de periodistas, cierre de medios independientes y bloqueos de plataformas digitales. Estas medidas buscan controlar el flujo de información y evitar la difusión de denuncias sobre irregularidades electorales y violaciones de derechos humanos .
5. Activación del plan «Furia Bolivariana»
El gobierno reactivó el plan «Furia Bolivariana», una estrategia de control social y persecución que incluye la vandalización de sedes de partidos opositores, detenciones arbitrarias y campañas de intimidación. Este plan fue presentado por Nicolás Maduro como una respuesta a supuestas amenazas terroristas, pero ha sido utilizado para reprimir a la disidencia política .
6. Represalias contra familiares de opositores
Se reportaron casos de represalias contra familiares de líderes opositores, incluyendo allanamientos, confiscación de propiedades y detenciones. Estas acciones buscan ejercer presión adicional sobre los opositores y disuadir la participación política mediante el hostigamiento a sus allegados .
7. Manipulación del proceso electoral
El gobierno implementó cambios en el sistema electoral, como la reubicación de centros de votación y la exclusión de observadores internacionales, con el objetivo de dificultar la participación de la oposición y garantizar resultados favorables al oficialismo. Estas acciones han sido ampliamente criticadas por la comunidad internacional por socavar la transparencia y legitimidad del proceso electoral .
Estas medidas represivas han generado una profunda crisis política y humanitaria en Venezuela, caracterizada por la erosión de las instituciones democráticas, la violación sistemática de los derechos humanos y la consolidación de un régimen autoritario. La comunidad internacional continúa monitoreando la situación, exigiendo el respeto a los derechos fundamentales y la restauración de la democracia en el país.

Edmundo González Urrutia, reconocido por numerosos países como el presidente electo de Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, ha expresado su firme rechazo a las elecciones regionales y legislativas convocadas por el régimen de Nicolás Maduro para el 25 de mayo de 2025. Desde su exilio en España, González ha calificado estos comicios como una «farsa» destinada a «maquillar la ilegitimidad» del gobierno actual .
En declaraciones recientes, González instó a la ciudadanía a no convalidar con su voto un proceso que considera carente de legitimidad y transparencia. A través de sus redes sociales, afirmó: «El 25 de mayo no es una elección. Es un evento organizado por el régimen para disimular su ilegitimidad».
Además, ha denunciado que estas elecciones se llevan a cabo en un contexto de represión y persecución política, con detenciones arbitrarias de opositores y restricciones a la participación de candidatos independientes. González ha señalado que el régimen de Maduro utiliza estos comicios para consolidar su poder y desviar la atención de la comunidad internacional sobre la crisis política y humanitaria que atraviesa el país.
En este sentido, ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que no reconozca los resultados de estas elecciones y mantenga la presión sobre el régimen venezolano. Asimismo, ha reiterado su compromiso de trabajar por una transición democrática en Venezuela y por el restablecimiento del orden constitucional.
González también ha expresado su intención de regresar a Venezuela para asumir el mandato que, según él, le fue otorgado por el pueblo en las elecciones presidenciales de 2024. Sin embargo, ha señalado que su retorno depende de que se den las condiciones necesarias para garantizar su seguridad y la de sus seguidores.
Edmundo González Urrutia considera que las elecciones regionales y legislativas del 25 de mayo de 2025 son un intento del régimen de Maduro por legitimar su permanencia en el poder y desviar la atención de la comunidad internacional sobre la crisis que vive el país. Por ello, ha llamado a la ciudadanía a no participar en estos comicios y a la comunidad internacional a no reconocer sus resultados.

María Corina Machado, líder de la oposición venezolana y figura central de la Plataforma Unitaria Democrática, ha manifestado una postura firme y crítica frente a las elecciones regionales y parlamentarias convocadas por el régimen de Nicolás Maduro para el 25 de mayo de 2025.
Machado ha calificado estos comicios como una «farsa» y una «trampa» diseñada para legitimar un régimen que, según ella, perdió toda legalidad tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que Edmundo González Urrutia habría resultado vencedor. En un mensaje difundido en sus redes sociales, afirmó:
«El 25 de mayo no es una elección. Es una farsa, es una trampa. Por eso te pido algo muy simple: este domingo pa’ tu casa, no salgas, no los obedezcas, vacía las calles, vacíalos, que se queden solos, que quede claro quién tiene el poder: tú» .
Además, ha reiterado que «las elecciones fueron el 28 de julio. Ese día el pueblo eligió (…). El resultado debe y va a ser respetado. Hasta que ese resultado no entre en vigor, no procede participar en elecciones de ningún tipo»
Llamado al boicot y desobediencia civil
Desde la clandestinidad, donde se encuentra desde agosto de 2024 debido a la persecución del régimen, Machado ha instado a la ciudadanía a no participar en los comicios y a vaciar las calles el día de las elecciones. Su llamado busca deslegitimar el proceso electoral y evidenciar la falta de apoyo popular al gobierno de Maduro.
En sus mensajes, ha enfatizado que «el poder es nuestro. El poder para desobedecer. El 28 de julio votamos. Este 25 de mayo, no votaremos» .
División en la oposición
La postura de Machado ha generado divisiones dentro de la oposición venezolana. Mientras ella y otros líderes llaman al boicot, figuras como Henrique Capriles y Manuel Rosales han decidido participar en las elecciones, argumentando que es una forma de mantener espacios democráticos y resistir desde dentro del sistema. Esta fractura ha debilitado la unidad opositora y ha generado debates sobre la mejor estrategia para enfrentar al régimen chavista.
Denuncias de represión y fraude
Machado ha denunciado que el régimen de Maduro utiliza las elecciones para consolidar su poder y desviar la atención de la comunidad internacional sobre la crisis política y humanitaria que atraviesa el país. Ha señalado que estas elecciones se llevan a cabo en un contexto de represión, con detenciones arbitrarias de opositores y restricciones a la participación de candidatos independientes.
En este sentido, ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que no reconozca los resultados de estas elecciones y mantenga la presión sobre el régimen venezolano. Asimismo, ha reiterado su compromiso de trabajar por una transición democrática en Venezuela y por el restablecimiento del orden constitucional.
La postura de María Corina Machado refleja la profunda desconfianza en el sistema electoral venezolano y la convicción de que solo mediante la presión interna y externa se podrá lograr un cambio político en el país. Su llamado al boicot busca evidenciar la ilegitimidad del régimen y movilizar a la ciudadanía en defensa de la democracia.
POSIBLES ESCENARIOS
1. Consolidación del poder por parte del oficialismo
En un escenario donde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados logren una mayoría significativa en la Asamblea Nacional y en las gobernaciones, el gobierno de Nicolás Maduro podría fortalecer su control institucional. Esto permitiría al oficialismo avanzar en reformas legislativas y consolidar su posición política, aunque bajo cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso electoral.
2. Marginalización de la oposición abstencionista
La decisión de sectores opositores, liderados por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, de no participar en los comicios podría resultar en una disminución de su influencia política. La falta de representación en las instituciones podría limitar su capacidad para incidir en el ámbito político y para movilizar a sus bases en futuros procesos electorales.
3. Reconfiguración interna de la oposición
La participación de algunos líderes opositores, como Henrique Capriles y Manuel Rosales, en las elecciones podría generar una reconfiguración dentro de la oposición venezolana. Dependiendo de los resultados obtenidos, estos sectores podrían ganar protagonismo y liderazgo, promoviendo una estrategia de participación electoral frente a la abstención.
4. Incremento de la presión internacional
La comunidad internacional, especialmente países y organismos que han cuestionado la legitimidad de las elecciones, podría intensificar las sanciones y medidas diplomáticas contra el gobierno venezolano. Esto incluiría restricciones económicas y políticas dirigidas a presionar por una apertura democrática y el respeto a los derechos humanos.
5. Aumento de la migración y crisis humanitaria
La falta de cambios significativos en el panorama político y económico podría exacerbar la crisis humanitaria en Venezuela, impulsando a más ciudadanos a emigrar en busca de mejores condiciones de vida. Esto tendría implicaciones tanto para Venezuela como para los países receptores en la región.
6. Intensificación de la represión interna
Ante posibles protestas o manifestaciones de descontento, el gobierno podría responder con medidas represivas para mantener el control y evitar desestabilización. Esto incluiría detenciones arbitrarias, restricciones a la libertad de expresión y el uso de fuerzas de seguridad para disuadir la movilización ciudadana.
Estos escenarios no son excluyentes y podrían desarrollarse simultáneamente o en secuencia, dependiendo de las dinámicas políticas internas y de la respuesta de la comunidad internacional.
La situación en Venezuela continúa siendo volátil y su evolución dependerá de múltiples factores, incluyendo las acciones de los actores políticos nacionales e internacionales.
ACCIONES DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo de 2025 en Venezuela han suscitado diversas reacciones en la comunidad internacional, reflejando una profunda división respecto a la legitimidad del proceso electoral y la situación política del país.
Resumen de las opiniones y acciones de líderes y organizaciones internacionales:
Rechazo y condena al proceso electoral
Varios países y organismos internacionales han expresado su preocupación por la falta de transparencia y las condiciones democráticas en las elecciones venezolanas:
- Estados Unidos: El secretario de Estado, Marco Rubio, reafirmó el apoyo a los líderes opositores venezolanos y condenó las detenciones arbitrarias realizadas por el régimen de Maduro. Rubio destacó que Estados Unidos considera ilegítima la presidencia de Maduro y aboga por reformas democráticas en Venezuela.
- Unión Europea: La UE ha manifestado su preocupación por las condiciones en las que se llevaron a cabo las elecciones, señalando la falta de garantías democráticas y el ambiente de represión política.
- Organización de Estados Americanos (OEA): La OEA ha emitido informes denunciando violaciones a los derechos humanos en Venezuela, incluyendo detenciones arbitrarias y represión de la oposición, especialmente en el contexto electoral.
- Gobiernos de América Latina: Países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Paraguay han cuestionado la legitimidad del proceso electoral venezolano, solicitando transparencia en el conteo de votos y auditorías independientes.
Apoyo al régimen de Maduro
Algunos países han expresado su respaldo al gobierno de Nicolás Maduro y han reconocido los resultados de las elecciones:
- Cuba, Nicaragua y Bolivia: Estos países han felicitado a Maduro por su reelección, destacando la soberanía y la voluntad del pueblo venezolano.
- Rusia, China e Irán: Han manifestado su apoyo al gobierno venezolano, rechazando las críticas internacionales y calificando las elecciones como un ejercicio legítimo de la democracia.
Posturas divergentes en América Latina
Las reacciones en América Latina han sido variadas:
- México: El presidente Andrés Manuel López Obrador ha adoptado una postura de no intervención, señalando que corresponde a los venezolanos resolver sus asuntos internos.
- Brasil: El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha expresado dudas sobre la legitimidad de las elecciones y ha pedido investigaciones internacionales para esclarecer las denuncias de fraude.
- Colombia: El gobierno colombiano ha solicitado una auditoría completa del proceso electoral y ha expresado su preocupación por las detenciones de ciudadanos colombianos en Venezuela.
Tensiones regionales: el caso del Esequibo
La decisión de Venezuela de incluir el territorio en disputa del Esequibo en las elecciones ha generado tensiones diplomáticas:
- Guyana: El presidente Irfaan Ali ha condenado la inclusión del Esequibo en las elecciones venezolanas, calificándola como una violación de la soberanía guyanesa y una amenaza a la paz regional.
- Reacciones internacionales: Estados Unidos y otros países han expresado su preocupación por esta acción, instando a Venezuela a respetar los límites territoriales reconocidos internacionalmente.

DECLARACIÓN DE LIBERTAS EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA, LA LIBERTAD, LA REPÚBLICA Y LOS DERECHOS HUMANOS ANTE LA CRISIS EN VENEZUELA
La organización LIBERTAS, fiel a su compromiso con la defensa de la democracia, la libertad, la república y los derechos humanos, expresa su más firme condena a la grave situación que atraviesa el pueblo venezolano, agudizada tras las recientes elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo de 2025.
Dichas elecciones, celebradas en un clima de represión y autoritarismo, carecen de legitimidad y de las garantías esenciales para el ejercicio democrático.
Las detenciones arbitrarias, persecución a líderes opositores, inhabilitaciones políticas, censura a la prensa independiente y el uso de la fuerza para reprimir cualquier manifestación de disidencia. La manipulación del sistema electoral y la exclusión de observadores internacionales confirman que se pretende nuevamente generar una farsa para consolidar un poder ilegítimo.
La inclusión del territorio del Esequibo, legítimamente perteneciente a Guyana, como parte de este proceso electoral constituye, además, una amenaza a la paz regional y una muestra más del desprecio del régimen de Nicolás Maduro por el derecho internacional.
Frente a este escenario, LIBERTAS reafirma que la defensa de la democracia y la libertad en Venezuela es una causa que concierne a toda la comunidad internacional y a todos los pueblos que valoran la dignidad humana y la soberanía popular.
Por ello, LIBERTAS:
- Denuncia la ilegitimidad de las elecciones del 25 de mayo y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Nicolás Maduro.
- Rechaza cualquier intento de consolidar un gobierno que atenta contra los principios republicanos, la separación de poderes y el respeto a la voluntad popular.
- Expresa su solidaridad con el pueblo venezolano, que resiste con valor y dignidad los embates de un sistema opresor.
- Exige la liberación inmediata de los presos políticos, el respeto a la integridad de los opositores y el cese de toda forma de represión.
- Convoca a la comunidad internacional a actuar con firmeza: intensificando las sanciones selectivas, exigiendo elecciones verdaderamente libres y transparentes, y apoyando los esfuerzos de la sociedad civil venezolana.
- Advierte que la lucha por la libertad y la democracia en Venezuela es inseparable de la defensa de los derechos humanos y de los valores republicanos que sostienen a toda sociedad libre y justa.
LIBERTAS hace un llamado a no ceder ante la desesperanza y a mantener viva la memoria de los atropellos sufridos. Hoy más que nunca, la causa de Venezuela es la causa de la democracia y la libertad en todo el continente.
La república, la democracia y los derechos humanos no son concesiones de los poderosos, sino conquistas inalienables de los pueblos.
Desde LIBERTAS, reiteramos nuestro compromiso de acompañar la lucha venezolana hasta que la justicia, la libertad y la dignidad vuelvan a reinar en su tierra.
LIBERTAS
Por la Democracia, la Libertad, la República y los Derechos Humanos
25 de mayo de 2025