Fuente: El País de Madrid – Editado: Libertas.uy
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, asesinado a tiros en su domicilio
Hombres armados asaltaron su domicilio de Puerto Príncipe la pasada madrugada. La primera dama está hospitalizada. El primer ministro interino, Claude Joseph, declara el estado de sitio

22JACOBO GARCÍAMéxico – 07 JUL 2021 – 14:16 CEST
Los peores presagios desembarcaron en Haití esta madrugada en forma de magnicidio. El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado este miércoles por hombres armados que asaltaron su residencia en el barrio de Pelerin de Puerto Príncipe, según ha informado el primer ministro, Claude Joseph. Un comunicado divulgado por las distintas embajadas de Haití en el exterior ha precisado que los asaltantes eran individuos no identificados, “de los cuales varios hablaban en español”.
En el ataque resultó herida de bala la primera dama, Martine Moïse, que ha sido hospitalizada, según un comunicado firmado por Joseph. Uno de los hijos del presidente fue testigo del ataque pero resultó ileso. El primer ministro pidió calma a la población y aseguró que tanto la policía como el Ejército se están encargando de mantener el orden. “La situación está bajo control. Estoy en una reunión para garantizar la seguridad y tomar todas las medidas para la continuidad del Estado“, informó Joseph. Al término del encuentro, Joseph declaró el estado de sitio, una figura que sitúa a las Fuerzas Armadas como máximas garantes de la seguridad e implica la instauración de tribunales militares.
Hijo de un comerciante y una costurera, Jovenel Moïse concedió el pasado febrero una entrevista a este diario, en un país en el que la tensión iba en aumento semana tras semana. A la crisis política se le suma un año de espanto debido a la pandemia de coronavirus, los huracanes y la ola de violencia y secuestros que han llevado el hartazgo a una población que cuenta con más armas que nunca, como señalaron los expertos a EL PAÍS.
El origen político del conflicto en Haití, país caribeño de 11,2 millones de habitantes, está en las convulsas elecciones de 2015. Michel Martelly finalizó su gestión, pero los caóticos comicios convocados obligaron a nombrar un presidente interino de otro partido, hasta que la autoridad electoral reconoció la victoria de Moïse un año después. Para la oposición, su Gobierno comenzó el día que Martelly dejó el poder y acusa a Moïse de “dictador” por gobernar por decreto desde hace un año.
“Mi mandato empezó el 7 de febrero del 2017 y termina el 7 de febrero del 2022. Entregaré el poder a su propietario que es el pueblo de Haití. Los oligarcas corruptos acostumbrados a controlar a los presidentes, a los ministros, al Parlamento y al poder judicial piensan que pueden tomar la presidencia, pero solo hay un camino: elecciones. Y yo no participaré en esas elecciones”, declaró Moïse, que tenía 53 años, en esa misma entrevista. A principios de año se produjeron protestas en la capital y otras ciudades. Los manifestantes pedían su dimisión.
Moïse solicitó recientemente apoyo internacional para acabar con la grave crisis de seguridad que atravesaba el país. Así, más de 150 personas fueron asesinadas y otras 200 secuestradas entre el 1 y el 30 de junio pasado en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, según reveló este martes un informe del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH). “El país está asediado por bandas armadas que siembran el terror, asesinatos, secuestros, violaciones (…) Puerto Príncipe está sitiado en el sur, el norte y el este. Asistimos a una sociedad cada vez más pasiva mientras el país está asediado”, lamentó la organización en un documento.
Al menos seis extranjeros han sido secuestrados, lo que eleva el total a 20 en el primer semestre de 2021. Tres departamentos están aislados del resto del país, según este informe, que habla de “la hegemonía del crimen en Haití”. Del 1 de enero al 21 de junio, 30 policías fueron asesinados frente a los 26 de 2020, según la ONG, que sostiene que algunos fueron torturados.
Tras el crimen, el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe ha sido cerrado, según informaron fuentes diplomáticas. Varios vuelos programados con destino al aeropuerto de la capital haitiana han sido cancelados o desviados a otras terminales en terceros países, según informaciones de páginas de rastreo de vuelos, aunque ninguna autoridad ha confirmado por el momento el cierre del aeropuerto. Dos aerolíneas que tienen rutas diarias a la capital haitiana cancelaron sus vuelos previstos para este miércoles.
Un país convulso
El mandatario asesinado cursó estudios de Ciencias de la Educación en la Universidad de Quisqueya, en Puerto Príncipe, y emprendió diversos proyectos empresariales antes de lanzar el 15 de septiembre de 2015 su candidatura para las presidenciales por el oficialista Partido Haitiano Tet Kale (PHTK). Aunque ganó la primera vuelta con un 32,76% frente al candidato Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana (LAPEH), se produjeron denuncias de fraude y este último se negó a participar en la segunda vuelta en enero de 2016.
Se abrió entonces un periodo incierto en el que el país se quedó sin presidente al expirar el mandato de Michel Martelly el 7 de febrero de 2016. Además, meses después se invalidaron los resultados electorales y se convocaron de nuevo las urnas para el 9 de octubre, a las que concurrió Moïse por el PHTK. El paso del huracán Matthew días antes de los comicios, con más de 800 muertos, obligó a su aplazamiento.
Moïse consiguió finalmente la elección presidencial en la primera vuelta en noviembre de 2016, con el 55,60% de los votos. Dos semanas antes de su toma de posesión, el 7 de febrero de 2017, prestó declaración ante un juez por las sospechas de lavado de dinero, por una investigación iniciada en 2013, acusaciones que rechazó.
Como presidente, nombró primer ministro al médico Jack Guy Lafontant, sin experiencia política, pero este dimitió en julio de 2018 por violentas protestas desatadas por el anuncio de un alza en el precio del combustible.
El nombramiento de un nuevo primer ministro no aplacó las protestas sociales, a las que se sumaron sospechas de corrupción en torno a Petrocaribe. En mayo de 2019, la Corte Superior de Cuentas envió al Parlamento un informe sobre el destino de los fondos de la empresa y apuntó que firmas de Moïse y de su predecesor Martelly habían sido beneficiadas con proyectos millonarios que no se habían ejecutado.
Las revelaciones desembocaron en más protestas, esta vez en demanda de la dimisión del presidente, en unos momentos de crisis por la corrupción, la escasez de combustible, el hambre y la inseguridad. A ello se unió la confrontación con la oposición por la fecha de caducidad del mandato de Moïse.
Para este año están previstas elecciones legislativas, así como la convocatoria de presidenciales, en las que el asesinado no podía ser candidato. Moïse pidió en junio el apoyo internacional y la colaboración de todos los sectores de la sociedad para acabar con la violencia de las bandas armadas que se ha recrudecido. El 5 de julio, aún nombró a Ariel Henry como nuevo primer ministro con la tarea de formar un Gobierno de consenso que integre a diferentes sectores de la vida política del país.
Las cinco claves del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, ha sido asesinado este miércoles en su residencia. En el asalto ha resultado herida su esposa, la primera dama Martine Moïse, que se encuentra hospitalizada. Tras el ataque, el primer ministro, Claude Joseph, ha declarado el estado de sitio en el país, que permite a las fuerzas armadas tomar el control de la seguridad en el territorio e instaurar tribunales militares. El aeropuerto de Puerto Príncipe ha sido cerrado y los vuelos programados hacia la capital han sido cancelados o desviados. República Dominicana, que comparte isla con Haití, ha militarizado su frontera y ordenado el cierre de todos los pasos que comunican su país con el vecino. El asesinato ha sacudido a la región y algunos países, como Colombia, han pedido la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) para salvaguardar la democracia en el país, inmerso en una espiral de violencia.
El asesinato del presidente
Un grupo de hombres armados ha asaltado este miércoles la residencia de Jovenel Moïse en el barrio Pelerin de Puerto Príncipe y ha asesinado al presidente, de 52 años. Los sujetos no han sido identificados, pero “hablaban en español y en inglés”, según el primer ministro, Claude Joseph. El ataque se ha producido a la una de la madrugada, hora local cuando Moïse, su esposa y uno de sus hijos estaban dentro de la vivienda. La primera dama ha resultado herida de bala y está recibiendo atención médica en un hospital de la capital. El hijo del presidente fue testigo del ataque pero resultó ileso. Joseph ha asegurado que los atacantes serán llevados ante la justicia.
Un mandatario amenazado
En una entrevista con EL PAÍS en febrero, Moïse aseguró que había sido amenazado y desde hacía meses vivía recluido en su residencia de Puerto Príncipe. El mandatario afirmó entonces que había un golpe de Estado en marcha organizado por un grupo de familias y empresarios “que controlan los principales recursos del país, que siempre han puesto y quitado presidentes y que utilizan la calle para crear desestabilización”. Sin citarlos, Moïse señaló a los Vorbe, una de las familias más poderosas, dueñas de la electricidad en el país. “Un pequeño grupo de oligarcas están detrás del golpe y quiere apoderarse del país”, dijo el presidente. El 7 de febrero, 23 personas fueron detenidas acusadas de conspirar e intentar asesinar a Moïse. La oposición tildaba al presidente de “dictador” y de mantenerse en el poder gobernando por decreto durante el último año.
Recientemente, el presidente también se había ganado enemigos entre las poderosas bandas armadas que controlan las barriadas pobres de Puerto Príncipe. La violencia entre grupos se recrudeció desde comienzos de junio, en especial por la acción de G9 an Fanmi e Alye, una federación de pandillas que hasta hace poco se consideraba en la órbita del Gobierno y que en las últimas semanas declaró la guerra a Moïse.
Estado de sitio y sucesión
El magnicidio recrudece la situación de incertidumbre que se vive en el país. Después de una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, el jefe de Gobierno, Claude Joseph, ha anunciado el estado de sitio en Haití. Esta medida sitúa a las Fuerzas Armadas como máximas garantes de la seguridad e implica la instauración de tribunales militares. “Pido a todas las fuerzas vivas de la nación acompañarnos en la batalla, a acompañarnos en la continuidad del Estado”, ha dicho Joseph. Aún así, el primer ministro ha reiterado que el país está “bajo control” y ha pedido a la población que mantenga la calma. En estos momentos, las calles de Puerto Príncipe están tranquilas, prácticamente vacías, y la Policía controla los accesos al barrio de Pelerin, donde se encuentra la residencia de Moise, según la agencia Efe.
La sucesión tras el asesinato de Moïse no es clara puesto que en este momento hay dos primeros ministros en el país: Claude Joseph, quien ejerce el cargo de forma interina desde abril, y Ariel Henry, nombrado por Moïse este lunes, pero que todavía no había asumido el puesto de forma oficial. La Constitución de 1987 establece que en caso de la muerte del presidente, el Consejo de Ministros, encabezado por el primer ministro, ejerce el poder ejecutivo hasta la elección de un nuevo gobernante. Las elecciones presidenciales y legislativas, en las que Moïse no podía ser candidato, están convocadas para el próximo 26 de septiembre.
Espiral de violencia
El asesinato del presidente es el último hito de un país desestabilizado por una profunda crisis. En un año marcado por la inestabilidad política, la pandemia y el azote de los huracanes, la ola de violencia se ha agravado entre una población que cuenta con más armas que nunca, según los expertos consultados por este periódico. Recientemente Moïse tuvo que pedir apoyo internacional para controlar la situación.
Un informe del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH) advierte que en Haití hay “una hegemonía del crimen”. Solo en junio, más de 150 personas fueron asesinadas —entre ellas 30 policías— y otras 200 fueron secuestradas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe. “El país está asediado por bandas armadas que siembran el terror, asesinatos, secuestros, violaciones (…) Puerto Príncipe está sitiado en el sur, el norte y el este”, apunta la organización en un documento revelado este martes. Más de 17.000 personas han tenido que ser desplazadas desde el comienzo de junio por los enfrentamientos en barrios como Martissant y Delmas, en la entrada sur de la capital.
El origen de la última crisis política
El origen del último conflicto político en Haití, país caribeño de 11,2 millones de habitantes, está en las convulsas elecciones de 2015. Michel Martelly finalizó su gestión, pero los caóticos comicios convocados obligaron a nombrar un presidente interino de otro partido, hasta que la autoridad electoral reconoció la victoria de Moïse un año después. “Mi mandato empezó el 7 de febrero del 2017 y termina el 7 de febrero del 2022. Entregaré el poder a su propietario que es el pueblo de Haití”, declaró Moïses, que apuntaba que las elecciones eran el único camino para su sucesión. “Y yo no participaré en esas elecciones”, declaró en esa misma entrevista.