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En el día de ayer se dio una nueva instancia del devenir democrático nacional.

Una vez más y como si fuera una elección de medio tiempo el país vivió las últimas semanas una campaña que por momentos confundía la temática del referéndum con una evaluación del gobierno.

Pasaron los fenómenos que pasan siempre, encuestas, campaña, valoraciones, disputas, conceptos de unidad y división con iguales matices de desarrollo.

Al conocerse los primeros resultados comenzaron las evaluaciones, los análisis de los líderes políticos las opiniones de periodistas, politólogos,  opiniólogos y todos los “ologos” que se quieran imaginar en un país donde una vez más se dio gala de cultura de democrática.

El país entero mantuvo el mapa de votación de hace dos años y eso ya es el primer punto que exige una reflexión.

Resulta que a excepción de Paysandú, Canelones y Montevideo, en todos los departamentos primó la opción por el NO. Y esos porcentajes en algunos departamentos fueron con guarismos muy importantes.

Un gobierno que después de dos años de ejercicio debe someter su política y programa de Gobierno, porque la LUC en grandes trazos es la traducción del programa de gobierno propuesto en campaña  y acorado con la coalición en un instrumento legal y con un entorno adverso de  pandemia, guerra, alza de precios del petróleo, inflación y conserva aún su caudal de votos, no es un hecho menor.

Un Presidente que en las circunstancias descrita conserva un nivel de popularidad envidiable para muchos lideres opositores y ni hablemos de líderes regionales, es particularmente destacable.

Una coalición de gobierno que en igual período y obviamente igual entorno se aglomera en la figura de la defensa del modelo y respalda el accionar presidencial para defender la LUC es un tercer elemento de especial relevancia.

Una conferencia de prensa donde el Presidente de la República con todo su Consejo de Ministros se pronuncia únicamente cuando se está escrutado el 99% de los votos, sin estridencias, sin protagonismos simplemente dando la cara a su población y ratificando su compromiso republicano democrático de seguir el camino de la renovación, la mejora y el desarrollo en beneficio del país y su población y no del sector de gobierno . Otro elemento  importantísimo y de una simbología contundente

En contrapartida vimos una oposición ofuscada que a las apuradas se pronuncia y salen por un lado los actores sociales, con un discurso derrotista  y por otro lado con un discurso fuera de la realidad el líder del Frente Amplio hablando de un parate al gobierno,  que así no se puede gobernar y que el pueblo se pronunció en contra de la propuesta del Gobierno.

Creo que sólo este discurso respondía a una suerte de querer manifestar habilidad política para dar una lectura diferente a un resultado adverso.

Siempre los políticos buscan ese ideal dialéctico.

Por otra parte la propuesta de votar en blanco para de una manera apoyar la propuesta de la LUC pero dar una advertencia desde filas propias sobre la necesidad de dar atención a los asuntos de otra manera, tampoco contó con las adhesiones que aspiraban a tener sus propulsores.

Por encima de propuestas de LUC y de quien obtuvo o no obtuvo un resultado favorable lo que ayer salió fortalecido fue el sistema democrático, republicano, representativo.

Ayer la gente fue a votar con un procedimiento sencillo casi sin espera y donde todo estaba al servicio del ciudadano.

Ayer la gente se manifestó con su elección y en base a su conciencia optó pero sin duda ese momento de soledad frente a la urna hizo su trabajo.

Primó el sentido común, la sensatez, el bien hacer, la honestidad, la defensa de valores, la visión de futuro.

Primó el sentido de justicia, el procurar un porvenir, el interés colectivo por encima de las aspiraciones personales.

Primó la Democracia, la Justicia, la Legalidad, la Ciudadanía

Primó lo verdad.

La ciudadanía a mitades entendió que una organización social,  un sindicato una agrupación de ciudadanos deben someter sus opiniones y sus modelos al escrutinio popular. No se puede a atropellos o sistemas reñidos con lo legal o las buenas prácticas.

La mitad de los uruguayos entendieron ayer que un sindicato es una organización válida pero válida como actor social no como fuerza política y la otra mitad entendió que el gobierno debe actuar con interacción y consulta a la sociedad a la que gobierno.

Es que cuando el resultado es a mitades, decir que hay un parate como dice la oposición es un dislate y sin embargo el gobierno sólo hablo de puentes con la oposición. Fue un juego político, pero la buena práctica viene del gobierno, porque está cumpliendo su rol de gobierno nacional no partidario

En resumidas cuentas ayer todos tuvimos una posición en el podio.

Ganó la oposición al lograr un resultado que la valida como interlocutor pero la posiciona en su  sitio de operadora y articuladora de procesos con la ciudadanía y el gobierno sin atropellos y sin injerencias de otros actores.

Ganó el gobierno al ratificar su accionar, al mantener su coalición unida,  con Misión y Visión compartida, al fortalecer la figura del Presidente, como gran articulador de los procesos, al mostrar un Gobierno operativo sin fisuras en el cumplimiento de objetivos

Ganó la Democracia de la República Oriental del Uruguay y por ende ganamos cada uno de los que ostentamos nuestra cuota parte de soberanía para sustentarla.

Ganó el futuro al permitir y dar ejemplo de lo que es un sistema democrático republicano funcionando en un entorno regional y mundial donde la Democracia se la mira con recelo

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