Estamos asistiendo a un fenómeno muy extraño.
La cuna de la civilización occidental en llamas por el asedio de las redes sociales convocando y autoconvocando a grupos sociales extremistas que interactual en el supuesto occidente.
Una vez más el enfrentamiento es entre la Libertad y el Autoritarismo
En cada nueva hora del acontecer internacional la Libertad ve amenazado su imperio queno es otro que el del libre albedrio de los seres humanos.
Si conculcamos este espacio personal de la libertad y las ideas asociadas estaremos debilitando y condenando la libertad de nuestra sociedad
LIBERTAS en su predica y defensa de la Libertad se declara en estado de emergencia ante la escalada de peligro para la Libertad y la Libertad de Expresión en todo el globo.
Transcribimos artículo de Radio Francia Internacional sobre las jornadas de violencia
La violencia urbana en Francia por la muerte de Nahel
En Francia, la violencia urbana por la muerte del joven Nahel bajó de intensidad en la noche del domingo al lunes 3 de julio. Aunque la vuelta a la calma parece vislumbrarse en el horizonte, el balance económico es ya muy elevado, con centenares de incidentes de destrucción y saqueo. Desde el comercio al turismo, muchos sectores se ven afectados a corto y medio plazo.
Aunque todavía es demasiado pronto para cifrar con precisión los daños causados por las noches de disturbios, la factura ya parece elevada. En primer lugar, para las autoridades públicas, ya que muchos edificios públicos han resultado dañados, entre ellos escuelas, bibliotecas y ayuntamientos. También han quedado destrozados el mobiliario urbano y los transportes públicos, como autobuses y tranvías.
La otra gran víctima ha sido el sector minorista. Las imágenes que circulan por las redes sociales muestran claramente que muchas tiendas han sido saqueadas y vandalizadas. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, hizo un primer balance el sábado 1 de julio, hablando de al menos 200 supermercados, 250 estancos y 250 sucursales bancarias atacados en toda Francia. Los comercios locales también fueron blanco de los ataques.
Sólo en la región de Marsella, ciudad especialmente afectada por la violencia, la Cámara de Comercio e Industria de Marsella-Provenza estima ya en más de 100 millones de euros las pérdidas sufridas por los minoristas. Se trata de un duro golpe en plena temporada de rebajas, para un sector ya debilitado por la inflación.
La difícil cuestión de las indemnizaciones
En el caso de los comercios afectados por los disturbios, los robos y daños como la rotura de cristales o el incendio de escaparates suelen estar cubiertos por las pólizas de seguros, ya que estos daños están incluidos en la mayoría de las pólizas contratadas por los profesionales.
Lo que plantea más problemas es la pérdida de ingresos por el cierre prolongado de estos negocios, lo que se conoce como interrupción de la actividad. Para ello, las compañías de seguros suelen ofrecer una póliza específica. Sin embargo, según France Assureurs, sólo uno de cada dos comerciantes está cubierto.
Para limitar los daños, Bruno Le Maire ha pedido a las aseguradoras que aceleren el pago de las indemnizaciones y reduzcan las franquicias. También se han tomado una serie de medidas, como el aplazamiento del pago de las cotizaciones sociales y los impuestos, la simplificación de los procedimientos de seguro y la ampliación de una semana del periodo de rebajas.
Un impulso insuficiente según la Alianza del Comercio, que pide al gobierno la creación de un fondo de compensación. Por su parte, la patronal francesa, Medef, habla de «pérdidas irreparables» que podrían traducirse en «jornadas reducidas e incluso supresión de puestos de trabajo».
El 20% de los turistas extranjeros cancela su visita a Francia
El otro sector afectado a corto y medio plazo es el turismo. Aunque los profesionales esperaban un buen verano, las previsiones son ahora menos optimistas.
Es probable que los disturbios, que se siguen de cerca en el extranjero, desanimen a algunos turistas. En los últimos días, algunos países también han pedido precaución a sus ciudadanos, entre ellos, el Reino Unido, Estados Unidos y China.
Los efectos de esta mala prensa ya se dejan sentir. La Oficina de Turismo de París informa de una tasa de cancelación superior al 20% entre los clientes internacionales. El sector hotelero y de la restauración también informa de una oleada de reservas canceladas. Esta tendencia se ha visto agravada por la cancelación de varios grandes acontecimientos culturales. Este deterioro de la imagen de Francia preocupa a las organizaciones patronales, que temen que los inversores abandonen los proyectos en Francia.
ENTREVISTA AL SOCIOLOGO MICHEL WIEVIORKA sobre los disturbios en Francia desatados por la muerte de un joven de 17 años a manos de un policía. Estas primeras tres noches han dejado miles de vehículos incendiados, con almacenes y servicios públicos destruidos. Algunos lo perciben como un acto de violencia nihilista, otros como el resultado de años de negligencia social.
Las protestas en varias ciudades francesas dejan este viernes 30 de junio un balance, no exhaustivo, de 900 detenidos, 250 gendarmes y policías heridos, 1.000 edificios atacados, 2.000 vehículos incendiados y varios almacenes vandalizados, algunos en zonas turísticas de París.
También fueron atacadas comisarías, como en Pau, al sur del país, y alcaldías, como la de Lille, al norte. Muchos franceses se indignaron cuando fueron atacados colegios o escuelas, como en la ciudad de Amiens.
Al pie de París, en un garaje, fueron incendiados una docena de buses de transporte público. Las personas que protestan, según fuentes policiales, son en su gran mayoría jóvenes entre 14 y 18 años, a veces de 12 años.
¿Por qué tanta destrucción y rabia? «Mucha gente no entiende porque los jóvenes destruyen elementos que que son útiles para ellos, como los autobuses. Pero si tú te sientes excluido, discriminado, tienes un sentimiento de injusticia, eso poco te importa», explica a RFI el sociólogo francés Michel Wieviorka.
«Estos jóvenes consideran que estos lugares no son para ellos, sino para otros. Francia es un país donde el poder, las élites, los periodistas, muchos intelectuales, dicen que la república es de todos. Pero los jóvenes no lo sienten así. Ellos consideran que no tienen libertad, que la policía hace más controles de identidad a ellos que a los demás. No hay fraternidad ni igualdad. Sienten que la república es una promesa abstracta, no una realidad», detalla Wieviorka.
Disturbios de 2005
El sociólogo indica además que las primeras revueltas en los barrios populares de Francia comenzaron en los años 70. «Siempre ha habido problemas de políticas públicas, de educación, de salud, de alojamiento, de trabajo», dice.
A esto se fueron sumando las tensiones con la policía. En 2005, Francia estuvo sacudida por una semana de disturbios, tras la muerte de dos menores residentes en el barrio popular de Clichy-sous-Bois que huían de la policía y se electrocutaron al esconderse en un transformador eléctrico.
«Más recientemente se ha instalado un clima de rabia y de frustración en Francia. La gente está cansada y nerviosa, en especial tras el covid y las protestas contra la reforma de las pensiones”, apunta Michel Wieviorka. «Entonces en este clima el vocabulario político es extremista. Se crea una especie de radicalismo en todas las partes de la vida política. Además, cuando un policía mata a un joven de 17 años estalla un sentimiento de injusticia. Sientes que si no estás del buen lado de la sociedad, entonces la vida para ti no es posible y la policía es capaz de matarte».
Este sábado el joven Nahel será enterrado en Nanterre, la ciudad donde vivía y donde ocurrieron los hechos. El presidente Emmanuel Macron hizo un llamado a los padres para que muestren «responsabilidad» e impidan que sus hijos participen en los disturbios. También solicitó a las plataformas mayor control del contenido compartido en redes sociales.