
Con profundo pesar, desde LIBERTAS lamentamos el fallecimiento de Mario Vargas Llosa, uno de los más grandes escritores e intelectuales de nuestro tiempo, y una de las voces más firmes y lúcidas en defensa de la democracia, el pluralismo y el desarrollo libre de las personas.
A lo largo de su vida, Vargas Llosa no solo nos regaló una obra literaria monumental, sino que asumió con valentía el desafío de intervenir en la vida pública con ideas, con coraje y con convicción.
Su compromiso con la libertad —entendida como valor ético, político y cultural— fue inquebrantable. Desde su juventud marcada por el fervor revolucionario, hasta su madurez liberal, cultivó una trayectoria intelectual honesta, crítica y abierta, que jamás se dejó capturar por dogmas ni por silencios complacientes.
Su defensa de la democracia liberal, de los derechos individuales, del Estado de derecho y de la cultura como motor de emancipación personal y colectiva, lo convirtieron en un referente para generaciones enteras en América Latina y el mundo.
Vargas Llosa no temió incomodar ni disentir. Supo decir “no” a los autoritarismos de izquierda y de derecha, y a toda forma de pensamiento único que buscara silenciar la diversidad y el disenso.
Hoy despedimos a un hombre que creyó, hasta el final, en el poder de las ideas para transformar el mundo. Su legado nos interpela y nos inspira: a pensar con libertad, a escribir con integridad, a vivir con responsabilidad cívica.
Desde LIBERTAS, honramos su memoria y reafirmamos nuestro compromiso con los principios que él defendió con la palabra, con la pluma y con la vida.
Mario Vargas Llosa vive en sus libros, en sus ideas y en todos aquellos que seguimos creyendo que la libertad es el más alto valor de la condición humana.
