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Sin luz no hay internet ni telefonia.

Sin esos medios no hay información.

Sin luz muere la información y la libertad

En la penumbras solo crece la tiranía

Los cortes de electricidad no solo apagan las luces físicas, sino que también apagan los canales de información y comunicación, vitales para una sociedad libre. Sin electricidad, se pierde acceso a internet y a las telecomunicaciones, herramientas cruciales para la difusión de información independiente, la organización de la sociedad civil y la movilización social.

Cuando se elimina la capacidad de comunicarse y acceder a información no controlada por el estado, se crea un ambiente de desinformación y aislamiento. Esto permite a los regímenes autoritarios mantener el control, ya que la población no puede verificar lo que sucede realmente ni coordinar respuestas efectivas. En la oscuridad de los apagones, tanto literal como metafóricamente, crecen las oportunidades para la censura y la represión, facilitando la expansión de la tiranía.

En el caso de Venezuela, como se ha visto en los recientes cortes de agosto de 2024, el gobierno de Nicolás Maduro ha sido acusado de usar estas crisis para su beneficio, alegando sabotajes para justificar acciones represivas y desviar la atención de problemas internos como la falta de mantenimiento en la infraestructura eléctrica. La falta de luz y comunicación no solo afecta la vida diaria, sino que también silencia a los críticos y desmoviliza a la oposición, lo que resulta en un entorno más favorable para el mantenimiento del poder autoritario

Los cortes de electricidad y las limitaciones en el acceso a la energía son, lamentablemente, prácticas comunes utilizadas por algunos gobiernos dictatoriales como herramientas de control y represión. Estas acciones pueden tener varios propósitos y consecuencias, entre los que destacan:

  1. Control de la información y la comunicación: Al cortar la electricidad, los gobiernos pueden limitar el acceso a internet y a otros medios de comunicación, impidiendo la difusión de información no controlada por el Estado y dificultando la organización de movimientos opositores. Sin electricidad, es más difícil para los ciudadanos acceder a noticias, compartir información en redes sociales, o coordinar protestas.
  2. Desmoralización y desmovilización de la población: Los cortes de energía afectan la vida diaria de las personas, generando estrés, miedo e incertidumbre. Este tipo de medidas puede ser utilizado para desmoralizar a la población y desincentivar su participación en actividades de protesta o resistencia, al enfocar sus preocupaciones en problemas más inmediatos, como la falta de electricidad y las dificultades cotidianas que esto conlleva.
  3. Represión de manifestaciones: Durante protestas o disturbios, los cortes de electricidad pueden ser utilizados para dispersar a los manifestantes y dificultar la coordinación de sus acciones. Sin luz, las fuerzas de seguridad pueden tener ventaja táctica, mientras que los manifestantes enfrentan mayores riesgos de represión sin ser vistos.
  4. Limitación de servicios esenciales: Los cortes de energía afectan hospitales, sistemas de transporte, y otros servicios esenciales, creando situaciones de emergencia que desvían la atención de la población de las demandas políticas hacia la supervivencia básica. Esta táctica puede ser usada para doblegar a la oposición, haciendo que las personas dependan más de la provisión del Estado para sus necesidades básicas.
  5. Justificación de políticas autoritarias: En algunos casos, los gobiernos dictatoriales pueden utilizar la falta de electricidad como una excusa para implementar medidas de emergencia o de seguridad que incrementen su control sobre la población. Esto puede incluir toques de queda, censura en los medios, o la presencia militar en las calles, bajo el pretexto de restaurar el orden o reparar la infraestructura.
  6. Impacto económico: Los cortes de electricidad también pueden paralizar la economía, afectando a empresas y pequeños negocios. Esto puede ser una táctica deliberada para debilitar el poder económico de sectores de la población que apoyan a la oposición o para mostrar a los ciudadanos que el gobierno tiene el control absoluto sobre los recursos del país.

En resumen, los cortes de electricidad en manos de gobiernos dictatoriales no son solo un problema técnico o de infraestructura, sino una estrategia deliberada de control y represión política, diseñada para limitar la libertad de los ciudadanos y mantener el poder en manos de un régimen autoritario.

A lo largo de la historia, varios regímenes dictatoriales han utilizado cortes de electricidad como herramienta de control y represión. Aquí te presento algunos ejemplos históricos de cómo se han implementado estas tácticas:

1. Irán (2019)

  • En noviembre de 2019, el gobierno iraní implementó un apagón casi total de internet y electricidad en respuesta a las protestas masivas que se desataron en todo el país por el aumento en los precios del combustible. Esta táctica no solo impidió la comunicación entre los manifestantes, sino que también evitó que la información sobre la represión brutal llegara al mundo exterior. La interrupción de electricidad e internet fue utilizada para limitar la coordinación de los manifestantes y para ocultar las violaciones de derechos humanos que se estaban cometiendo.

2. Myanmar (2021)

  • Tras el golpe de estado militar en febrero de 2021, los líderes militares de Myanmar cortaron la electricidad y el acceso a internet en varias ocasiones para sofocar las protestas y disuadir la resistencia contra el nuevo régimen. Estos apagones afectaron la capacidad de los ciudadanos para organizarse y compartir información, y se produjeron en momentos críticos de movilización masiva contra el golpe. Los cortes de electricidad e internet se convirtieron en herramientas clave para el control militar y la censura.

3. Egipto (2011)

  • Durante la Revolución Egipcia de 2011, el régimen de Hosni Mubarak implementó cortes de electricidad y apagones de internet para tratar de controlar las masivas protestas que demandaban su renuncia. El apagón de internet y los cortes de electricidad buscaban evitar la comunicación entre los manifestantes y cortar el flujo de información hacia y desde el exterior, una medida desesperada para intentar contener la rebelión que finalmente resultó en el derrocamiento de Mubarak.

4. Venezuela (2019)

  • En marzo de 2019, Venezuela experimentó un apagón masivo que dejó al país sin electricidad durante varios días. Aunque el gobierno de Nicolás Maduro atribuyó el apagón a un ataque cibernético y sabotaje, muchos observadores creen que fue utilizado como una excusa para reprimir las protestas contra el régimen y demostrar el control del Estado sobre los servicios esenciales. Este apagón afectó gravemente la vida cotidiana, los servicios médicos y la economía, generando un ambiente de caos y miedo.

5. Zimbabue (2019)

  • En enero de 2019, en respuesta a las protestas contra el aumento de los precios del combustible, el gobierno de Zimbabue cortó el acceso a internet y la electricidad en algunas áreas. Estos cortes se realizaron para dificultar la organización de protestas y para evitar la difusión de imágenes y noticias sobre la represión violenta por parte de las fuerzas de seguridad. La medida también tuvo un impacto negativo en la vida cotidiana de los ciudadanos y en la economía del país.

6. Congo (2011)

  • Durante las elecciones de 2011 en la República Democrática del Congo, el gobierno cortó la electricidad y el acceso a internet en varios momentos para dificultar la organización de protestas y limitar la capacidad de los ciudadanos para comunicarse y difundir información. Esta táctica se utilizó para influir en el resultado electoral y para suprimir cualquier manifestación de descontento popular.

7. Siria (2012)

  • En noviembre de 2012, el régimen de Bashar al-Assad en Siria cortó la electricidad y el acceso a internet en todo el país en un esfuerzo por limitar la coordinación de la oposición y dificultar la difusión de información sobre los abusos del régimen. Los cortes de electricidad y comunicaciones fueron una táctica de represión en medio de la guerra civil en curso, dificultando la vida diaria de los ciudadanos y limitando el alcance de las operaciones de los rebeldes.

En agosto de 2024, Venezuela experimentó un apagón masivo que afectó a gran parte del país, incluyendo la capital, Caracas. Este corte de electricidad es uno de los más extensos desde las crisis de 2019 y ha sido atribuido por el gobierno de Nicolás Maduro a un acto de «sabotaje» por parte de la oposición. Según las autoridades venezolanas, todos los estados del país reportaron fallas totales o parciales en el suministro eléctrico. Aunque para la tarde del mismo día algunas áreas, como Caracas, comenzaron a recuperar la electricidad, en otras zonas el servicio permaneció intermitente o completamente suspendido​(

El gobierno venezolano, consistentemente, ha culpado a la oposición y, en algunos casos, a actores internacionales como los Estados Unidos, por estos cortes de energía, describiéndolos como intentos de desestabilización.

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