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“… el individuo revestido del poder obra bien pronto en su provecho,

y no tarda en hacerse tirano”. Aristóteles Moral a Nicómaco 

Por Mayra Martinez (MM)

El pasado viernes 14 de Mayo el diario uno de los últimos medios de comunicación no alineado a Maduro; “El Nacional” uno de los periódicos más antiguos de Venezuela fue embargado a pedido del número dos del “Chavomadurismo”; Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv); con esta acción, se asesta un nuevo golpe, a la ya moribunda libertad de expresión en Venezuela. Ese viernes, efectivos militares de la Guardia Nacional Bolivariana, junto a funcionarios del poder judicial llevaron adelante una orden judicial de embargo a la sede del diario. Por qué se toma esa acción, y quien la ordena…

La Arbitraria Medida: su autor y el brazo ejecutor.

Diosdado Cabello, alto jerarca del régimen de Maduro, proveniente de las filas del chavismo y perpetrador del golpe de Estado del 92; junto a Chávez -contra el entonces presidente Carlos Adres Pérez- demandó a “El Nacional” en agosto de 2015, después de que el medio replicara una noticia del diario español ABC, donde indicaba que el oficialista era investigado por EE. UU. por sus nexos con el narcotráfico, específicamente con el llamado cartel de los soles, una organización criminal compuesta por funcionarios del gobierno venezolano y del ejército. La demanda por “Daño moral” -como era sabido desde el momento en el que se interpuso- tuvo lugar; el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) falló en favor de Cabello y ordenó a El Nacional C.A., el pago de 237.000 petros -moneda virtual inventada por maduro y sancionada por los EE.UU- (13.366.800 dólares aproximadamente) al funcionario chavista. 

Resulta importante hacer el inciso; para recordar que, Maikel Moreno, quien preside el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, está acusado por Estados Unidos de participar en el crimen organizado transnacional; sobornos y lavado de dinero integran las acusaciones que han decantado en su prohibición de entrada al país y la prohibición de hacer negocios con personas Naturales o Jurídicas de ese país. No deben estar alejadas de la realidad tales afirmaciones, tomando en cuenta que hablamos de un ex convicto, que estuvo dos años en cárcel por el asesinato de una Mujer en el Estado Bolívar (sur de Venezuela) en 1987. En esa década trabajaba como oficial de la policía política venezolana, ahora Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y tras recibir beneficios procesales fue liberado. Se integró nuevamente al cuerpo policial, estando ahí, fue arrestado en 1989 bajo sospecha de matar a un adolescente, de este último crimen fue exculpado; en 2007 fue destituido de su cargo como juez en un tribunal de primera instancia, por el dictamen de un fallo considerado en por el TSJ de ese momento señaló como “una liberación inapropiada de dos sospechosos de asesinato”. Y que pudo corresponder o guarda bastante relación, con lo que el exmagistrado chavista Luis Velásquez Alvaray en junio de 2007, “La Banda de los Enanos”; lo señaló a él como integrante de la denominada “Banda de los enanos” organización que describió como un grupo que opera dentro del sistema judicial venezolano a través de los sobornos y la extorsión por fallos.

En 2007 después de ser destituido por la Comisión de Reestructuración Judicial. Después de su destitución fue enviado por el entonces canciller y hoy presidente chavista, Nicolás Maduro, a la embajada de Venezuela en Roma. Calcule usted.  

Fue este señor el que hizo posible que la demanda- perdida en EE.UU. contra “The Wall Street Journal”, al que Cabello había llevado a los tribunales precisamente por otra información publicada en 2015 sobre sus vínculos con el tráfico de drogas- pudiera prosperar en Venezuela.

“El Nacional” fue fundado en 1943, es uno de los periódicos más antiguos de Venezuela. Desde 1999, ha sufrido acoso y persecuciones por parte del régimen de Chávez y luego de Nicolás Maduro, en 2014 su edición impresa dejó de circular por no poder obtener divisas extranjeras de parte del régimen para poder importar papel -en Venezuela desde el 2003 hay un devastador control de cambio, impuesto por el difunto-.

 Ayer despojados del papel y vaya, lo que significa para un periódico el papel, hoy, despojados de su sede… Ha ido el régimen por el grial de los medios de comunicación en Venezuela, uno de los pocos que no se ha autocensurado, uno de los pocos que no cedió ante chantaje y el soborno, unos de los pocos que no se vendió a la decadencia roja; hoy pagándolo con su sede, su edificio.

La libertad de expresión en Venezuela ha sido violentada en todas las formas, se ha trastocado con ella, no solo a la prensa nacional, reporteros internacionales han sido apresados, retenidos –ellos y sus equipos- se ha borrado información audiovisual de sus dispositivos, los han perseguidos y en otros casos hasta expulsado del territorio nacional; toda esta arremetida frente a la mirada del mundo, un mundo que es más obscuro cuando se censura o se cierra un medio de comunicación, un mundo cuya lámpara languidece quedando en tinieblas que, más tarde o más temprano se extenderán y se extenderán…

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