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CONTEXTO GENERAL: LA GUERRA FRÍA Y LAS GUERRILLAS EN AMÉRICA LATINA

Durante la Guerra Fría, América Latina se convirtió en un campo de disputa geopolítica e ideológica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. En este marco, surgieron numerosos movimientos guerrilleros que buscaban transformar radicalmente las estructuras sociales y económicas, inspirados en la Revolución Cubana (1959), el marxismo-leninismo, y más tarde también por el maoísmo y otras corrientes revolucionarias.

La radicalización de sectores juveniles, intelectuales, obreros y campesinos se dio en respuesta a regímenes autoritarios, dictaduras militares, exclusión social y represión política. Muchos de estos movimientos consideraron que la lucha armada era el único camino para lograr un cambio profundo.

1. CUBA: EL CENTRO DE EXPORTACIÓN REVOLUCIONARIA

Desde 1960, bajo el liderazgo de Fidel Castro y el Che Guevara, Cuba se transformó en el centro regional de formación guerrillera. Esta política fue implementada mediante:

Escuelas de entrenamiento militar

  • Punto Cero: Base secreta en las afueras de La Habana donde se formaban cuadros militares.
  • Escuela Ñico López: Dedicada a la formación política e ideológica.
  • Programas intensivos de tácticas de guerrilla rural y urbana, sabotaje, explosivos, comunicaciones, criptografía y logística.

Apoyo político y logístico

  • Envío de instructores cubanos a otros países (como Bolivia en 1967 con el Che Guevara).
  • Financiamiento, armas, documentación falsa y ayuda para el traslado seguro.
  • Apoyo en campañas de propaganda internacional, sobre todo desde la OSPAAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina).

Países y movimientos beneficiados

  • Colombia: ELN y FARC.
  • Uruguay: MLN-Tupamaros.
  • Argentina: Montoneros y ERP.
  • Chile: MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria).
  • Venezuela: Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
  • Nicaragua: FSLN.
  • El Salvador: FMLN.

2. LA UNIÓN SOVIÉTICA Y EL BLOQUE SOCIALISTA EUROPEO

Aunque con menor visibilidad que Cuba, la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia también participaron en la formación de cuadros revolucionarios latinoamericanos:

Características del entrenamiento

  • Se ofrecían cursos en academias militares soviéticas y de inteligencia, como la KGB.
  • La formación era más doctrinaria, enfocada en estructuras de partido, control territorial, estrategias de guerra prolongada y uso de armamento moderno.
  • Algunos cursos incluían idiomas, manejo de radares, radiofrecuencia y sistemas de vigilancia.

Países que participaron:

  • URSS (Rusia, Ucrania): Formación ideológica, técnica y logística.
  • RDA (Alemania Oriental): Inteligencia, contravigilancia, formación de cuadros.
  • Checoslovaquia: Producción y uso de armamento.
  • Bulgaria y Hungría: Apoyo logístico y diplomático, refugios.

 3. ENTRENAMIENTO EN PAÍSES DE ÁFRICA Y ORIENTE MEDIO

Argelia

  • Tras su independencia (1962), Argelia se convirtió en un país símbolo del antiimperialismo y abrió campos de entrenamiento para revolucionarios del Tercer Mundo.
  • Grupos del MIR chileno, ERP argentino, FSLN y FMLN enviaron militantes a entrenarse en técnicas de guerrilla y sabotaje.

Palestina / OLP

  • La Organización para la Liberación de Palestina ofreció entrenamiento urbano y rural en campos en Líbano y Siria.
  • Guerrilleros del ERP argentino y del FSLN se entrenaron allí, desarrollando también lazos ideológicos con otras causas de liberación nacional.

Vietnam

  • Tras la guerra con EE.UU., Vietnam del Norte ofreció formación a movimientos armados internacionales.
  • Se compartían tácticas de resistencia prolongada y guerra de desgaste.

4. REDES DE SOLIDARIDAD Y LOGÍSTICA TRANSNACIONAL

Tricontinental y OSPAAAL

  • Organizaciones internacionales creadas con apoyo cubano para articular movimientos revolucionarios de América Latina, África y Asia.
  • Promovían el intercambio ideológico, distribuían materiales (revistas, manuales, libros) y canalizaban fondos y recursos.

Apoyo de ONG y grupos de izquierda en Europa Occidental

  • Suecia, Francia, Italia y España ofrecieron refugio político, ayuda económica y campañas de solidaridad.
  • Publicaciones, actos internacionales y protección diplomática a exiliados.

Documentos y manuales

  • Manuales guerrilleros como el del Che Guevara («La guerra de guerrillas») o el «Mini-manual del guerrillero urbano» de Carlos Marighella (Brasil) circularon ampliamente.
  • Estos documentos se usaban tanto para adoctrinamiento como entrenamiento táctico.

5. EJEMPLOS DETALLADOS POR GRUPO

▪️ MLN-Tupamaros (Uruguay)

  • Algunos cuadros recibieron entrenamiento en Cuba (urbano).
  • Contactos con Chile (bajo Allende) y con exiliados de otras guerrillas.
  • Especialización en acciones urbanas, secuestros, propaganda armada.

▪️ ERP y Montoneros (Argentina)

  • Enviaron cuadros a Cuba, Palestina y Argelia.
  • Formación en logística militar, fabricación de explosivos, y trabajo clandestino.
  • Algunos líderes se formaron en escuelas de cuadros en Europa del Este.

▪️ FARC y ELN (Colombia)

  • Formación constante con Cuba y Nicaragua.
  • ELN influenciado directamente por la teología de la liberación y por la experiencia cubana.
  • FARC desarrolló una estructura más autónoma con fuerte presencia territorial.

▪️ FSLN (Nicaragua)

  • Entrenamiento en Cuba, Vietnam, Palestina, Argelia.
  • Formación política y militar de líderes como Daniel Ortega.
  • Después del triunfo de 1979, replicaron esta formación con el FMLN salvadoreño.

FMLN (El Salvador)

  • Formación en Nicaragua y Cuba, con apoyo soviético indirecto.
  • Recibieron entrenamiento en comunicaciones, inteligencia, y guerra irregular.
  • Desarrollo de una estrategia de guerra prolongada combinada con negociación política.

El entrenamiento en el exterior fue fundamental para el desarrollo táctico, ideológico y estratégico de los movimientos guerrilleros en América Latina. Permitió:

  • Profesionalizar la lucha armada.
  • Articular redes de solidaridad internacional.
  • Fortalecer la cohesión doctrinaria e identidad política revolucionaria.
  • Coordinar acciones de propaganda, sabotaje y subversión.

Sin embargo, también generó fricciones internas, dependencia externa y contradicciones al intentar adaptar modelos foráneos a contextos nacionales. Muchos de estos movimientos, con el tiempo, derivaron hacia procesos de negociación política o se desintegraron ante la represión militar y la falta de apoyo popular.

1. El entrenamiento exterior consolidó un internacionalismo revolucionario operativo

El hecho de que numerosos movimientos guerrilleros latinoamericanos hayan recibido entrenamiento en el exterior no fue una simple cuestión táctica, sino que evidenció la existencia de una red internacional revolucionaria estructurada. Este internacionalismo no solo compartía valores y discursos, sino que funcionaba en la práctica como una infraestructura logística y política transnacional.

  • Se generó una comunidad de prácticas insurgentes: los cuadros se formaban en Cuba, se entrenaban en Palestina, recibían apoyo logístico de la URSS y encontraban refugio político en Europa Occidental.
  • Esta red contribuyó a la estandarización de ciertos modelos de lucha: guerra de guerrillas, lucha prolongada, foco insurreccional, sabotaje urbano y guerra psicológica.
  • Reafirmó la idea de que la lucha revolucionaria era una empresa común del Tercer Mundo contra el imperialismo. La causa nacional se fundía con la causa internacionalista.

2. El entrenamiento profesionalizó las insurgencias pero también las alejó de las realidades locales

Una consecuencia contradictoria del entrenamiento internacional fue que, si bien aumentó la capacidad técnica y organizativa de los movimientos, también generó una brecha cultural y estratégica con respecto a las condiciones concretas de cada país.

  • La formación estandarizada en contextos distintos (selva, desierto, montaña, ciudad) no siempre podía adaptarse a los escenarios políticos y sociales de los países latinoamericanos.
  • La ideologización dogmática transmitida desde centros formativos (Cuba, URSS) a veces resultó rígida, lo que dificultó lecturas críticas del contexto nacional y la flexibilidad táctica.
  • Se observó un cierto elitismo revolucionario entre los cuadros formados en el exterior, lo que generó tensiones internas con militantes de base más cercanos a las comunidades locales.

3. El respaldo externo incrementó la capacidad operativa pero también deslegitimó a muchas guerrillas ante sus pueblos

Uno de los dilemas más importantes fue que el vínculo con potencias extranjeras (Cuba, URSS, Palestina, etc.), aunque crucial para la supervivencia operativa de las guerrillas, alimentó la narrativa de que eran agentes externos.

  • Los gobiernos de facto y democráticos por igual usaron este argumento para justificar la represión y criminalización: “enemigos del país con lealtades foráneas”.
  • En algunos casos, esto debilitó la legitimidad política de los movimientos frente a la población, especialmente en contextos donde las guerrillas no lograron articular una base de masas o donde sus acciones fueron percibidas como excesivamente violentas (ej. secuestros, asesinatos, bombas en zonas civiles).
  • También provocó divisiones internas entre sectores más nacionalistas o autónomos y los más dependientes del respaldo ideológico externo.

4. Los procesos revolucionarios mostraron la tensión entre guerra prolongada y negociación política

Muchos de los movimientos que comenzaron con una estrategia militar total basada en el entrenamiento recibido del exterior, terminaron reformulando su lucha en clave política o electoral, evidenciando las limitaciones de la vía armada en la región.

  • El FSLN en Nicaragua, tras el triunfo armado, institucionalizó el poder pero también experimentó los desafíos de gobernar.
  • El FMLN en El Salvador y la URNG en Guatemala, tras décadas de guerra, negociaron acuerdos de paz y se transformaron en partidos políticos, abandonando la lucha armada.
  • Otros, como los Montoneros, el ERP o los Tupamaros, fueron militarmente derrotados sin alcanzar sus objetivos y luego sus exmilitantes ingresaron en la vida institucional desde otros espacios.

Esto revela que, aunque el entrenamiento militar exterior fue clave en el diseño inicial, la guerra no pudo sostenerse sin legitimidad social, base política y articulación con procesos democráticos.

5. El apoyo externo reveló las grietas del modelo revolucionario en América Latina

El modelo de revolución armada apoyado desde el exterior fracasó como estrategia hegemónica de cambio en América Latina. Las razones de ese fracaso son múltiples, pero entre ellas se destacan:

  • La inadecuación del modelo cubano a otros contextos, especialmente urbanos o sin fuerte presencia campesina.
  • La respuesta brutal de las dictaduras militares, que implementaron doctrinas de contrainsurgencia (Escuela de las Américas, Plan Cóndor) con eficacia letal.
  • El desgaste de la ideología marxista-leninista en sectores juveniles y populares frente a otras formas de movilización política no armada (movimientos estudiantiles, feministas, indígenas, de derechos humanos).
  • La caída del bloque soviético en los años 90, que puso fin al respaldo estructural desde el Este.

6. Legados contradictorios: de la guerrilla a la memoria

Hoy, el entrenamiento de guerrillas en el exterior es parte de una memoria política dividida, conflictiva y politizada.

  • Para algunos sectores, estos combatientes son luchadores por la libertad, la justicia y contra las dictaduras.
  • Para otros, fueron responsables de acciones terroristas que debilitaron la democracia y provocaron represalias trágicas.
  • La inclusión de antiguos guerrilleros en la vida política democrática (ej. José Mujica en Uruguay, Dilma Rousseff en Brasil, Daniel Ortega en Nicaragua) muestra cómo el ciclo armado se transformó en un ciclo institucional, pero no sin tensiones.

El entrenamiento en el exterior se reevalúa, entonces, no solo como un hecho táctico o militar, sino como parte de la compleja construcción de identidades políticas, memorias y narrativas nacionales.

LA DIALÉCTICA DEL APOYO EXTERNO

El fenómeno del entrenamiento exterior de guerrillas latinoamericanas no puede entenderse en términos simplistas de “injerencia” o “solidaridad”. Fue parte de una dialéctica entre:

  • Ideales internacionalistas y realidades nacionales.
  • Capacidades militares y legitimidad política.
  • Revolución y reforma.
  • Lucha y memoria.

Este capítulo de la historia revela cómo las disputas globales moldearon profundamente las trayectorias nacionales en América Latina, y cómo los actores revolucionarios intentaron, con apoyo externo, reconfigurar el orden político-social de sus países —a veces con heroísmo, otras con errores trágicos— dejando una huella indeleble en la historia política del continente.

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