REFORMA LABORAL
Sin dudas una profunda REFORMA LABORAL es necesaria para establecer nuevas reglas de juego entre empresarios, sindicatos y empleados que se adapten a las actuales modalidades de trabajo
El avance de la robotización impulsada por los desarrollos tecnológicos ha provocado que muchas de las tareas de las líneas de producción de bienes realizadas por el hombre sean realizadas por máquinas
La capacitación para la fabricación y el mantenimiento de las mismas requiere de de una formación especial y el control de la línea se realiza desde un comando centralizado desde una PC
Pero, simultáneamente, en muchas empresas, fundamentalmente las multinacionales, hace ya varios años que tareas relacionadas con la administración, las finanzas, el marketing, la comercialización, la posventa, el control de gestión, etc., se han trasladado desde oficinas compartimentadas por áreas a los domicilios de los trabajadores
En países en vías de desarrollo hace ya tiempo que empresas del área de comunicaciones avanzaron con un sistema mixto, presencial un día y cuatro a distancia
En este contexto, con la pandemia declarada a principios del 2020 se aceleró este proceso. El trabajo a distancia ya no fue la excepción sino que se transformó en un hábito
Resultó fundamental la calidad de la comunicación y el acceso a internet.
Los empleadores y las áreas de conducción debieron modificar su forma de interactuar con el personal. El control en línea se fue perfeccionando y volvió a tener mayor peso el cumplimiento de objetivos
El aprendizaje sobre reuniones y comunicación efectiva, normalmente llevado a cabo en forma presencial tuvo que reinventarse
Con el correr del tiempo todos los actores tuvieron que acomodarse a esta nueva realidad y están en plena etapa de aprendizaje que conlleva la necesidad de desaprender.
Si hace ya un tiempo que los CONVENIOS COLECTIVOS de trabajo quedaron obsoletos a la luz de los avances del trabajo a distancia resultan PREHISTÓRICOS
Y pensando específicamente en el trabajo de los DELEGADOS, cara visible de los sindicatos con los empleados y los niveles de supervisión y jefaturas de las empresas, se observa que su tarea ha perdido relevancia.
Habitualmente formaban parte de un doble comando, en muchas oportunidades con mayor peso que los responsables de las empresas.
Negociaba y presionaba para que se “respeten las conquistas” que traducido a su idioma implica mantener las condiciones de los trabajadores sin cambios y premiar la antigüedad por sobre los conceptos de productividad y eficiencia, entre otros
Si la situación se complicaba escalaba a niveles superiores del sindicato
Asambleas, movilizaciones, medidas de fuerza los tenían como principales gestores
Ahora bien , si en un piso de oficinas el delegado se encontraba en medio día de trabajo con 10, 20 o 50 personas, hacía su habitual recorrida levantando pedidos y quejas e interactuaba con el responsable directo del área con esta nueva modalidad eso le resulta prácticamente imposible
Aparentemente en el país existen fuertes presiones para volver al trabajo presencial, la ley de trabajo remoto está claramente enfocada a dificultarlo.
No me caben dudas que el aparato gremial está detrás de estas iniciativas
El problema es que los trabajadores se encuentran cómodos con esta nueva modalidad.
Se ahorran el tiempo de traslado, mejoran la productividad, acomodan sus horarios libremente pudiendo sumar horas a la capacitación, el más eficiente cumple con sus objetivos en menor tiempo disponiendo en consecuencia de más horas libres
Y las empresas ahorran gastos lo que les permite bajar sus costos. En un mundo en competencia esto se traduce en precios más competitivos para los productos y servicios que ofrece
Ante el complejo panorama que se avecina Enrique Mangiantini, Director de Claridad y especialista en temas laborales aportará, en sucesivas presentaciones, su visión sobre los diferentes aspectos de la problemática laboral
JUAN BULLIO- LIBERTAS ARGENTINA
