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La Libertad es Individual y la Sociedad su Resultado.

En todos estos planteos debemos partir de un concepto fundamental, pero clave además, a la hora de poder analizar nuestra civilización occidental y su presente. ¿¿Qué cuál es??
Es el Principio de Libertad Individual.

Conclusión:
El Principio Filosófico de la Individualidad es el factor irreductible del Concepto de Libertad.
Occidente es un proyecto civilizatorio sobre la garantía esencial de la individualidad. Y es en esta medular concepción que basa toda su estructura y dinámica de evolución.
Basta pensar en esto, para poder imaginar la innumerable cantidad de esfuerzos personales en filósofos, escritores, músicos, economistas, sociólogos, juristas, artistas en general y políticos que propusieron defender y desarrollar este proyecto civilizatorio enraizado en la Época Moderna: Siglos XVIII. XIX. XX…
Ahora bien, y por qué podemos afirmar tamaña cosa!!
Porque la Historia nos demuestra que hay dos pilares fundacionales de Occidente Moderno: La Cristiandad y la Edad de la Razón.
No quiero entra en una zona de erudición respecto a este asunto. Por otra parte, ahora con un poco más de madurez como escritor vocacional, me doy cuenta que es muy fácil resumir todo esto en un rato ante la computadora, pero cuantos siglos de luchas, de mártires, de sangre sudor y lágrimas, para emplear un frase hecha y recontra manida, pero que cualquiera puede comprender, y a su vez cuantos años de mi vida investigando, leyendo áridos libros de filosofía social, económica, libros de Derecho, de ciencias administrativas, literatura de la más elevada condición del lenguaje… en fin. Hay dos ejemplos que encuentro a esta hora y me parecen los dos genialmente imprescindibles para comprender la trascendental concepción de nuestro acervo Occidental Democrático y Republicano, sobre bases evolutivas del Liberalismo y aportes fragmentarios del furibundo Socialismo Científico.
Hubo un escritor y filósofo español de notable relieve en la España de la primera mitad del siglo XX. Se llamó José Ortega y Gasset. Su pensamiento es sin dudas el destinatario de todo este riquísimo acervo, y en su cuota hereditaria le toco el tesoro del resumen conceptual de la importancia irreductible e inexorable del concepto de Individuo como para que Nuestra Civilización vaya por los correctos caminos o rutas de viaje.
José Ortega y Gasset nos dice en uno de sus tantos ensayos compendiados en ese Libro Maravilloso que es La Rebelión de las Masas, lo siguiente. No voy a citar textualmente, voy a recordar el concepto con la mayor fidelidad posible, porque sé que me lo aprendí apenas lo leí. Y esto me dice mucho acerca de las afinidades espirituales e intelectuales que tenemos los seres humanos con ciertos órdenes del pensamiento o con otros.
En este asunto hubo una inmediata comunión de ideas entre el genial escritor español y este desconocido lector de su Obra.
Dice así: Hay dos grandes corrientes del pensamiento académico de la interpretación de la Historia. Uno es aquel que nos dicta el relato que la Historia es una especie de ecuación colectiva de voluntades que en las estaciones de las épocas van desarrollando el derrotero o el viaje de una civilización.
La otra Teoría nos dice, que ese aspecto es engañoso en extremo, y que si bien tienen una cuota parte de verdad, precisamente cumple con la regla maestra de la mentira, como lo es decir una verdad a medias. Pues porque es cierto que la marea de las masas humanas hacen a un colectivo cultural que impera y presiona a vivir de determinada manera y a sostener determinados principios e ideas científicas como filosóficas, pero la Humanidad no avanzaría si no hubieran existido individualidades geniales muy por encima, incluso de los más altos promedios científicos y filosóficos de cada época. Y le bastaron dos ejemplos para ilustrarnos. Isaac Newton y Albert Einstein.
Sin ellos dos no estaríamos donde estamos.
Respecto a esto encuentro otro ejemplo genial, que apenas lo leí, también se me grabó para siempre, obedece a un texto de nuestro Felisberto Hernández y dice así en un texto de su autoría que se intitula Lucrecia. Se trata de un cuento de naturaleza fantástica en el cual el protagonista del mismo, de manera misteriosa, casi al modo de los relatos de Edgar Allan Poe, o de tímidos ejemplos del argentino Borges, nos dice que viajo hacia el siglo XIX y se encontró en un convento de monjas con una bellísima mujer muy enferma llamada Lucrecia. Nunca supe porque eligió el nombre propio de Lucrecia Borgia, la envenenada de los Borgia, pero en la historia no hay rastros de dicho tema; sino tan sólo que él se encuentra ante la enferma Lucrecia después de un largo y raro periplo por ese onírico cuento. Y aquí viene la parte interesante de dicha pieza literaria, y es cuando el protagonista en un estado de agonía de su voluntad fraternal se dice a sí mismo: Cuanto daría por saber cómo se fabrica una aspirina para poder bajarle la fiebre. Es increíble mi ineptitud y mi indolencia, apenas pienso que en mí tiempo bastaba con ir a una Farmacia y comprar un paquete de ellas sin pensar en su secreto médico de elaboración.

¿¿¡¡¡Impresionante verdad??!!!

Queda claro que es aquí donde se plantea de modo trascendental y genial la importancia del individuo ante cualquier experiencia vital. Es el individuo el que puede desarrollar conocimiento o no, es el individuo el que puede descubrir algo beneficioso para la Humanidad o no. Es el individuo en definitiva quien se dará cuenta de esta naturaleza inclaudicable de la vida.
No me pidan datos aquí de quien descubrió los beneficios analgésicos y curativos del paracetamol o del acetilsalicílico.
Lo cierto que todo esto es una experiencia individual, desde su raíz siempre todo lo humano es individual para convertirse en social o colectivo. Vaya que analizó todo esto con la genialidad de un fundador clave de la metodología y cientificidad de las ciencias sociales como lo fue Emile Durkheim, con su Método Sociológico, discriminando el Ser Individual del Ser Social, la Psicología Individual de la Psicología Social…
Así les presento el punto de partida de una nueva organización social, científica, periodística, comunicativa llamada Libertas. Cuyo nacimiento es aquí en La República Oriental del Uruguay.
Es desde estas premisas que siempre trataremos todo el universo de temas que hacen a la vida y funcionamiento de la Sociedad. Del Estado Nacional. De las Sociedades Científicas… de nuestras vidas personales.

Firma
Ruben O. Muyano

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