Spread the love

Las elecciones generales se realizaron en la República de China (Taiwán) el 11 de enero de 2020 para elegir al presidente y al Yuan Legislativo.

En las elecciones generales de Taiwán, el candidato del Partido Democrático Progresista, Lai Ching-te, ganó la presidencia con un 40.2% de los votos 1. La victoria de Lai Ching-te ha sido criticada por China, que lo considera un peligroso separatista debido a sus posiciones proindependentistas. La tensión entre China y Taiwán ha aumentado como resultado de la victoria de Lai Ching-te.

La presidenta Tsai Ing-wen consiguió la reelección, con un 57.13% de los votos, para un nuevo mandato de cuatro años.

El candidato del oficialista Partido Progresista Democrático (PPD), William Lai, fue su compañero de fórmula como vicepresidente.

Los dos principales rivales de Lai fueron el candidato presidencial del Partido Nacionalista de China, el Kuomintang (KMT), Hou Yu Ih, que obtuvo un 33.27% de los votos, y el candidato del Partido Popular de Taiwán (TPP), Ko Wen Je, que logró un 26.01% de apoyo.

El PPD también mantuvo la mayoría absoluta en el Yuan Legislativo, con 61 escaños de los 113 que componen la cámara, seguido por el KMT con 38 y el TPP con 51.

Las elecciones se realizaron en un contexto de alta tensión con China, que reclama la soberanía sobre Taiwán y ha amenazado con usar la fuerza para impedir cualquier intento de independencia.

El PPD es considerado el partido más alejado de las posiciones de Pekín, mientras que el KMT y el TPP son más favorables al diálogo y la cooperación con el continente.

La victoria de Tsai y Lai fue vista como un respaldo a su firme defensa de la soberanía y la democracia de Taiwán, así como una reacción al manejo de la crisis de Hong Kong por parte de China.

China reaccionó con dureza al resultado electoral, acusando a Tsai y Lai de ser separatistas y advirtiendo que no toleraría ninguna acción que pusiera en riesgo la integridad territorial de China.

Estados Unidos, el principal aliado de Taiwán, felicitó a Tsai y Lai por su triunfo y reafirmó su compromiso con la seguridad y la prosperidad de la isla.

El sistema electoral de Taiwán es mixto, con una parte de los escaños del Yuan Legislativo asignados por representación proporcional y otra por mayoría simple en distritos uninominales.

La participación electoral fue del 74.9%, la más alta desde 2008, lo que refleja el alto interés de los votantes por el futuro de la isla.

Lai Ching-te se convirtió en el primer presidente de Taiwán en obtener más de 10 millones de votos, superando el récord anterior de Tsai Ing-wen, que obtuvo 8.17 millones en 2016.

El TPP, el partido fundado por el popular alcalde de Taipei, Ko Wen-je, se convirtió en la tercera fuerza política de la isla, superando a otros partidos más pequeños y tradicionales.

Lai Ching-te prometió en su discurso de victoria fortalecer la defensa nacional de Taiwán, diversificar su economía y profundizar sus lazos con los países democráticos, especialmente Estados Unidos y Japón3.

Hou Yu-ih reconoció su derrota y felicitó a Lai Ching-te, pero también pidió al gobierno que mantuviera una comunicación fluida y pacífica con China para evitar conflictos innecesarios.

Ko Wen-je se mostró satisfecho con el resultado de su partido y dijo que seguiría trabajando por el bienestar de la gente de Taiwán, sin importar su ideología política.

Antecedentes Históricos:

  • Después de la Guerra Civil China (1927-1949), el Partido Comunista de China (PCCh) y el Kuomintang (KMT) se enfrentaron. El KMT, liderado por Chiang Kai-shek, huyó a Taiwán en 1949 después de perder la guerra contra el PCCh.
  • Desde entonces, la República de China (ROC) ha gobernado Taiwán, mientras que la República Popular China (RPC) reclama la isla como parte de su territorio.
  • Ambas partes han mantenido la política de «Una China», que sostiene que existe solo una China y que tanto Taiwán como el continente chino forman parte de ella.
  • Sin embargo, el significado y la interpretación de esta política difieren: para China, significa reunificación eventual bajo su control, mientras que Taiwán busca mantener su autonomía.

Rivalidad Política:

  • La relación entre el Partido Democrático Progresista (DPP) de Taiwán y el Partido Comunista de China ha influido en las tensiones. El DPP tiende a ser más favorable a la independencia, lo que ha exacerbado las relaciones.

Tensiones Militares:

  • China ha desarrollado capacidades militares significativas y ha llevado a cabo maniobras militares cerca de Taiwán para intimidar a la isla.
  • Taiwán ha respondido fortaleciendo sus propias fuerzas armadas y buscando apoyo internacional, especialmente de Estados Unidos.

Presión Diplomática y Económica:

  • China ha presionado internacionalmente para aislar diplomáticamente a Taiwán, limitando su participación en organizaciones internacionales.
  • Además, ha empleado medidas económicas, como la suspensión de relaciones comerciales, para influir en la política taiwanesa.

Apoyo Internacional a Taiwán:

  • Estados Unidos ha mantenido relaciones no oficiales con Taiwán y ha suministrado armas en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán.
  • Otros países también han expresado apoyo a Taiwán, aunque muchos han mantenido relaciones oficiales con China.

Dinámica en el Mar de China Meridional:

  • Las tensiones también involucran disputas en el Mar de China Meridional, donde ambos lados reclaman áreas y recursos disputados.

Escalada de Tensiones Reciente:

  • En los últimos años, las tensiones se han intensificado con acciones como incursiones aéreas chinas cerca de Taiwán y el aumento de la retórica beligerante.

La relación entre China y Taiwán se ha deteriorado desde 2016, cuando el Partido Democrático Progresista (PDP), de tendencia independentista, llegó al poder en la isla. China ha aumentado la presión económica, diplomática y militar sobre Taiwán, reduciendo el número de países que lo reconocen y realizando frecuentes ejercicios militares cerca de sus aguas.

El 11 de enero de 2020, se realizaron las elecciones generales en Taiwán, en las que el candidato del PDP, Lai Ching-te, ganó la presidencia con un 40.2% de los votos. La victoria de Lai Ching-te ha sido criticada por China, que lo considera un peligroso separatista debido a sus posiciones proindependentistas34. La tensión entre China y Taiwán ha aumentado como resultado de la victoria de Lai Ching-te.

Estados Unidos, el principal aliado de Taiwán, felicitó a Lai Ching-te por su triunfo y reafirmó su compromiso con la seguridad y la prosperidad de la isla34. Sin embargo, también ha mantenido la política de “una sola China”, que excluye las relaciones diplomáticas simultáneas con Beijing y Taipéi1. En agosto de 2022, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taiwán, generando una fuerte reacción de China, que prometió tomar “medidas decididas y contundentes” si seguían adelante con el viaje.

La tensión entre China y Taiwán representa un riesgo para la estabilidad y la seguridad de la región de Asia-Pacífico, donde se disputan intereses estratégicos y comerciales. Además, implica un desafío para Estados Unidos, que debe equilibrar su compromiso con Taiwán con su relación con China, la segunda potencia mundial.

Declaración de LIBERTAS en el Contexto de las Elecciones en Taiwán:

En LIBERTAS, cono  defensores de la libertad, la democracia y  la autodeterminación, observamos con atención los acontecimientos relacionados con las elecciones generales en la República de China (Taiwán) llevadas a cabo el 11 de enero de 2020. Estas elecciones han sido un claro recordatorio de los desafíos y tensiones que enfrenta Taiwán en su búsqueda de autonomía y democracia.

En el ejercicio democrático, el pueblo de Taiwán ha expresado su voluntad a través de las urnas, eligiendo a Lai Ching-te como presidente y respaldando a Tsai Ing-wen para un nuevo mandato. Este proceso electoral ha destacado la determinación del pueblo taiwanés de forjar su propio destino y defender sus valores fundamentales.

La crítica de China hacia el presidente electo Lai Ching-te y su consideración como un separatista peligroso reflejan las diferencias ideológicas y políticas que persisten entre ambos lados del estrecho de Taiwán.

En este contexto, reafirmamos el derecho de los ciudadanos de Taiwán a determinar su propio futuro político y a elegir a sus líderes sin la intervención o la intimidación de ninguna otra nación.

La comunidad internacional ha observado la escalada de tensiones entre China y Taiwán, así como las presiones diplomáticas y económicas ejercidas por China. Manifestamos nuestro apoyo a Taiwán y su derecho a participar en la escena internacional, a tener relaciones diplomáticas y a tomar decisiones soberanas en beneficio de su pueblo.

El alto nivel de participación en estas elecciones refleja el compromiso de los ciudadanos taiwaneses con el proceso democrático y su deseo de proteger la libertad y la democracia. La comunidad internacional debe respetar y apoyar este deseo, reconociendo que Taiwán es un actor legítimo en la arena global.

Reafirmamos la importancia de mantener un diálogo abierto y pacífico entre todas las partes involucradas. La estabilidad en la región de Asia-Pacífico es esencial para el bienestar de todos los países, y exhortamos a todas las naciones a buscar soluciones a través del diálogo constructivo y el respeto mutuo.

Instamos a la comunidad internacional a respaldar la causa de la libertad y la autodeterminación de Taiwán, reconociendo su derecho inalienable a forjar su propio camino y decidir su destino sin interferencias externas. La libertad y la democracia son valores universales que deben ser defendidos y protegidos en todo momento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *