Spread the love

El año 2023 que se está cerrando está poniendo a prueba tanto los límites individuales como colectivos en diversos aspectos cruciales.

La inflación, la seguridad alimentaria, la crisis energética, las presiones adicionales en la cadena de suministro y la intensificación de la competencia geopolítica global son desafíos inminentes.

Además, se observa la descomposición de los sistemas de seguridad y gobernanza internacional, junto con la capacidad colectiva para abordar estos problemas.

Los impactos de esta crisis están afectando directamente las condiciones de vida de los hogares, lo que se traduce en un aumento del malestar social y las protestas ciudadanas, que tienden a incrementarse. En este contexto, las fracturas geopolíticas, sociales y en el acceso a bienes básicos se aceleran y profundizan.

La guerra en Ucrania ha revelado que a medida que aumentan los riesgos asociados con las confrontaciones geoestratégicas, los marcos de seguridad colectiva construidos para enfrentarlos parecen cada vez más obsoletos.

Este desajuste entre medios, desafíos e instrumentos disuasorios se agrava, exponiendo la necesidad crítica de adaptación y reforma.

El mundo ya experimentó el escenario inesperado de la invasión rusa en 2022, un evento que aceleró el proceso de erosión del orden establecido después de 1945.

Es en este 2023 cuando comprendemos verdaderamente el alcance y la profundidad del impacto global de esta guerra.

Estamos enfrentando no solo una crisis de dimensiones considerables, sino también un nuevo proceso de cambio estructural cuyo final aún desconocemos.

Otro factor que contribuye a la inestabilidad y la incertidumbre del orden mundial es el conflicto entre Israel y Hamás, que estalló el 7 de octubre de 2023 con un ataque masivo de los militantes palestinos desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel, causando más de 1.300 muertos1. Israel respondió con una ofensiva aérea y terrestre que ha dejado más de 1.600 víctimas en Gaza.

El conflicto ha sido calificado como la mayor escalada en años en la región y ha provocado una fuerte condena internacional, así como una serie de resoluciones de la ONU que piden el cese de las hostilidades y la protección de los civiles34. El conflicto también ha generado tensiones en otros frentes, como el Líbano, Siria y Yemen, donde grupos aliados de Hamás e Irán han atacado a Israel o a sus intereses5.

El conflicto ha puesto de manifiesto la rivalidad entre Hamás e Israel, que se remonta a décadas de enfrentamientos violentos, así como la fragilidad de los acuerdos de paz anteriores y la falta de una solución política al problema palestino.

PROPUESTA DE EVOLUCION HACIA LA PAZ

Una posible propuesta de Paz para el conflicto entre Hamás e Israel podría ser la siguiente:

  • Que se establezca un alto el fuego permanente y verificable entre las partes, con el apoyo de la comunidad internacional y el papel mediador de Egipto, Qatar y la ONU.
  • Que se levante el bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza y se permita el ingreso de ayuda humanitaria, reconstrucción y desarrollo económico, bajo supervisión internacional y con garantías de seguridad para Israel.
  • Que se reanuden las negociaciones directas entre Israel y la Autoridad Palestina, con el respaldo del Cuarteto de Paz (EE.UU., UE, Rusia y ONU), para alcanzar una solución de dos estados basada en las fronteras de 1967, con intercambio de territorios mutuamente acordado, y con Jerusalén como capital compartida y respetando los lugares sagrados de las tres religiones monoteístas.
  • Que se resuelva el problema de los refugiados palestinos, de acuerdo con la resolución 194 de la ONU, mediante una combinación de compensación, repatriación voluntaria y reasentamiento en terceros países, con el consentimiento de Israel y los países de acogida.
  • Que se reconozca el derecho de Israel a existir como un estado judío y democrático, y el derecho de Palestina a existir como un estado árabe y democrático, y que ambos estados establezcan relaciones diplomáticas, comerciales y culturales, así como mecanismos de cooperación en materia de seguridad, agua, energía y medio ambiente.
  • Que se promueva la reconciliación interna palestina entre Hamás y Fatah, y que se celebren elecciones libres y transparentes en Cisjordania y Gaza, con el compromiso de respetar los acuerdos de paz con Israel y renunciar a la violencia y el terrorismo.
  • Que se fomente el diálogo y la convivencia entre las sociedades civiles de Israel y Palestina, y que se apoyen las iniciativas de paz y coexistencia de las organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación, los líderes religiosos, los educadores y los jóvenes.
  • Que se involucre a los actores regionales, como Irán, Siria, Líbano, Jordania, Egipto, Arabia Saudita y Turquía, en un proceso de paz integral que aborde los conflictos pendientes, las amenazas a la seguridad, el desarrollo económico y la cooperación regional, con el objetivo de crear una zona libre de armas de destrucción masiva en Oriente Medio.

Para el caso de la Guerra de Ucrania, la propuesta podría incluir:

  • Que se convoque una cumbre internacional con la participación de Ucrania, Rusia, la Unión Europea, Estados Unidos, la OTAN, la ONU y otros actores relevantes, para negociar una solución política al conflicto, basada en el respeto al derecho internacional, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y la seguridad de todas las partes.
  • Que se establezca un alto el fuego inmediato y verificable, con el apoyo de una misión de paz de la ONU, que incluya el retiro de todas las tropas rusas y sus aliados del territorio ucraniano, el cese de toda forma de agresión, provocación e injerencia, y el control efectivo de Ucrania sobre sus fronteras con Rusia y Bielorrusia.
  • Que se implementen los acuerdos de Minsk de 2015, que prevén una serie de medidas para restaurar la paz y la estabilidad en el este de Ucrania, como la amnistía de los combatientes, la retirada de las armas pesadas, el restablecimiento de los servicios públicos, la celebración de elecciones locales bajo la ley ucraniana y la concesión de un estatuto especial a las regiones de Donetsk y Lugansk, respetando la unidad y la constitución de Ucrania.
  • Que se garantice la seguridad y los derechos humanos de todas las personas afectadas por el conflicto, incluyendo la liberación de los prisioneros y los desaparecidos, la asistencia humanitaria, la reconstrucción, la desminado, la justicia transicional, la reconciliación y la reparación de las víctimas.
  • Que se promueva la cooperación regional y el diálogo multilateral, para abordar las causas y las consecuencias del conflicto, como la seguridad energética, la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria, el cambio climático, el desarrollo sostenible, la prevención de la proliferación de armas de destrucción masiva y la creación de una zona libre de armas nucleares en Europa.

LA CUESTION DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Ambos conflictos han supuesto graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional, que deben ser investigadas y sancionadas por la comunidad internacional.

También es necesario que se busquen soluciones políticas y pacíficas que respeten la dignidad, la seguridad y la justicia de todas las personas afectadas por estos conflictos.

  • El conflicto Ucrania – Rusia ha causado miles de muertes y heridas entre la población civil, así como el desplazamiento de millones de personas. Tanto las fuerzas rusas como las ucranianas han cometido presuntos crímenes de guerra, como ataques indiscriminados, uso de armas prohibidas, tortura, violencia sexual y ejecuciones extrajudiciales. Además, las autoridades rusas han reprimido la libertad de expresión, de asociación y de protesta de quienes se oponen a la guerra dentro de Rusia. El conflicto ha puesto en riesgo la seguridad y la estabilidad de toda la región y ha desafiado el orden internacional basado en el derecho.
  • El conflicto de Israel-Hamás ha sido calificado como la mayor escalada en años en la región y ha provocado una fuerte condena internacional, así como una serie de resoluciones de la ONU que piden el cese de las hostilidades y la protección de los civiles. Tanto Hamás como Israel han violado el derecho internacional humanitario, al atacar deliberadamente a civiles, llevar a cabo ataques desproporcionados y ataques indiscriminados que causan la muerte o hieren a civiles. El conflicto también ha afectado a los derechos humanos de la población palestina e israelí, que sufre restricciones a la libertad de circulación, de expresión y de asociación, así como discriminación, represión y violencia.

EL PROBLEMA DE LOS DESPLAZADOS Y LOS REFUGIADOS

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el número de personas desplazadas por la fuerza en el mundo alcanzó los 110 millones a finales de 2023, lo que supone un aumento de casi el 7% respecto al año anterior.

Esta cifra incluye a 30 millones de refugiados, 51 millones de desplazados internos y 29 millones de solicitantes de asilo y apátridas.

La principal causa del desplazamiento forzado en 2023 fue la guerra en Ucrania, que provocó el éxodo de más de 4 millones de personas desde abril, tanto dentro como fuera del país.

La mayoría de los refugiados ucranianos se dirigieron a países vecinos como Polonia, Bielorrusia, Moldavia y Rumanía, donde se enfrentaron a dificultades para acceder a la protección, la asistencia y la integración.

Otros conflictos que siguieron generando desplazamientos en 2023 fueron los de Sudán, la República Democrática del Congo y Myanmar, donde la violencia, la persecución y las violaciones de los derechos humanos obligaron a millones de personas a huir de sus hogares. Además, la emergencia climática, el aumento de los precios de los alimentos y la pandemia de COVID-19 agravaron la situación humanitaria y la vulnerabilidad de los desplazados en muchas partes del mundo.

Entre los grupos de refugiados más numerosos y necesitados de reasentamiento en 2023 se encontraban los sirios, los afganos, los sudaneses, los somalíes y los rohingyas.

Sin embargo, las oportunidades de reasentamiento siguieron siendo muy limitadas, ya que sólo se ofrecieron 100.000 plazas para más de dos millones de refugiados que las necesitaban.

 Esto se debió en parte a la falta de voluntad política, la escasez de recursos y las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia3.

Ante este panorama, ACNUR hizo un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que aumentara su solidaridad y su apoyo a los refugiados y a los países de acogida, que seguían soportando la mayor parte de la responsabilidad.

En paralelo está la situación se vive el drama de las pateras y balsas cruzando el mediterráneo s desde el norte de África o el Oriente Medio hacia Europa, arriesgando sus vidas en busca de una oportunidad.

El número de pateras y balsas que han cruzado el Mediterráneo se ha duplicado en lo que llevamos de 2023, con más de 28.000 cruces fronterizos detectados por la agencia Frontex. La principal ruta utilizada es la del Mediterráneo Central, que conecta Libia y Túnez con Italia y Malta,

La crisis en Túnez, la inestabilidad en Libia, la guerra en Ucrania, la pandemia de COVID-19 y la emergencia climática son algunos de los factores que impulsan a los migrantes a emprender el peligroso viaje por mar. Los países de origen más frecuentes son Costa de Marfil, Guinea, Pakistán, Siria, Afganistán, Sudán, Somalia y Myanmar.

Las pateras y balsas están controladas por redes de tráfico de personas que se aprovechan de la desesperación y la vulnerabilidad de los migrantes, cobrándoles altas sumas de dinero y sometiéndoles a abusos y violencia. Muchas de estas embarcaciones naufragan, se hunden o se quedan a la deriva, causando la muerte o la desaparición de miles de personas cada año.

La situación de las pateras y balsas en el Mediterráneo plantea un gran desafío humanitario, político y social para los países de acogida, que deben garantizar la protección, la asistencia y la integración de los migrantes, así como el control de sus fronteras y la lucha contra las mafias.

La Unión Europea y otras organizaciones internacionales han tratado de impulsar una respuesta común y solidaria a la crisis, basada en el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional, pero se han encontrado con dificultades, divergencias y resistencias por parte de algunos Estados miembros.


Declaración de LIBERTAS en Defensa de los Derechos Humanos y los Valores de la Libertad.

El año 2023, ha sido un período que ha sometido a prueba los límites individuales y colectivos en diversas esferas cruciales.

Los desafíos inminentes que amenazan la estabilidad global. La inflación, la seguridad alimentaria, la crisis energética y las tensiones geopolíticas intensificadas exigen una respuesta unificada que proteja los derechos fundamentales y promueva los valores de la Libertad.

Observamos con preocupación la descomposición de los sistemas de seguridad y gobernanza internacional, lo que resalta la urgencia de fortalecer la capacidad colectiva para abordar estas crisis.

Las repercusiones directas en las condiciones de vida de los hogares generan malestar social y protestas ciudadanas, subrayando la necesidad de preservar la estabilidad y la equidad en la sociedad.

La guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamas han expuesto la vulnerabilidad de los marcos de seguridad colectiva existentes, instando a la comunidad internacional a unirse en defensa de la paz y los derechos humanos.

La escalada de violencia y las violaciones de derechos fundamentales en ambos escenarios exigen una respuesta contundente y un compromiso firme con la justicia y la resolución pacífica de conflictos.

En este contexto, LIBERTAS reafirma su compromiso con la defensa de los derechos humanos, la paz y la justicia en un mundo que enfrenta desafíos sin precedentes.

Abogamos, en concordancia con los principios consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, por el respeto irrestricto a la libertad, la justicia y la dignidad humana.

Ratificamos la valorización de los fundamentos proclamados entre otros por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

LIBERTAS respalda firmemente los llamamientos realizados por la ONU y sus agencias especializadas en favor del cese de hostilidades en conflictos como el de Ucrania y el Medio Oriente, instando a todas las partes involucradas a respetar los Tratados internacionales humanitarias y a garantizar la protección de los civiles.

Con relación a los refugiados y desplazados, reiteramos la importancia de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967, así como la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

Urgimos una respuesta humanitaria basada en la solidaridad internacional y el respeto a los derechos fundamentales de quienes han tenido que abandonar sus hogares en busca de seguridad y dignidad.

En concordancia con la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, hacemos un llamado a la erradicación de prácticas que vulneran la integridad de las personas, asegurando investigaciones imparciales y justas ante las alegaciones de crímenes de guerra o violaciones de derechos humanos.

Respaldamos la Resolución Responsibility to Protect (R2P) de la Asamblea General de la ONU, reafirmando la responsabilidad de la comunidad internacional de prevenir crímenes atroces y proteger a las poblaciones afectadas, evitando la impunidad de aquellos que perpetran actos contrarios a la libertad y los derechos fundamentales.

En la crisis de las migraciones, apoyamos el respeto al principio de no devolución consagrado en la Convención contra la Tortura y en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, así como el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular adoptado por la Asamblea General de la ONU, que busca garantizar los derechos humanos de los migrantes y promover una gestión global y coordinada de la migración.

LIBERTAS reafirma su compromiso con la defensa de la libertad, los derechos humanos y la justicia internacional, basándonos en el marco normativo establecido por la comunidad internacional para construir un mundo más justo, libre y respetuoso de la dignidad de cada individuo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *