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El Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, debe ser una oportunidad para reflexionar sobre el pasado, aprender de él y comprometerse a construir un mundo donde la dignidad humana y la igualdad sean fundamentales.

La memoria colectiva y el compromiso con la justicia son las herramientas para prevenir la repetición de los horrores del pasado.

El 27 de enero fue elegida por su conexión con la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau por las tropas soviéticas en 1945. Desde la ascensión de Adolf Hitler al poder en Alemania en 1933 hasta la liberación de los campos de concentración al final de la Segunda Guerra Mundial, millones de judíos, así como otras personas consideradas «indeseables» por el régimen nazi, fueron víctimas de persecución sistemática, discriminación y exterminio.

A medida que las generaciones que vivieron directamente estos eventos desaparecen, es responsabilidad de las generaciones actuales y futuras asegurarse que la memoria del Holocausto no se desvanezca. La memoria colectiva no solo honra a las víctimas, sino que también sirve como un recordatorio constante de los peligros del fanatismo y la intolerancia.

Viktor Frankl neurólogo y psiquiatra austriaco, sobreviviente del Holocausto, conocido por su obra «El hombre en busca de sentido», compartió sus experiencias en los campos de concentración nazis y desarrolló la logoterapia, escuela de psicoterapia centrada en encontrar un sentido profundo y un propósito en la vida.

Desde la perspectiva de Viktor Frankl, la libertad adquiere un significado único. A pesar de las condiciones extremadamente opresivas y deshumanizadoras de los campos de concentración, Frankl sostuvo que los prisioneros aún conservaban la libertad última: la libertad de elegir su actitud frente a sus circunstancias. Aunque no podían controlar su entorno, podían decidir cómo responder a él.

Esta idea fundamental es un testimonio poderoso de la resistencia humana y la capacidad de encontrar significado incluso en las situaciones más desesperadas.

Para Frankl, la libertad no se limitaba a la ausencia de restricciones externas, sino que implicaba la capacidad de elegir nuestra actitud y respuesta ante cualquier situación.

Por todo lo expuesto En la conmemoración del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el principio de libertad emerge como un faro de esperanza y resistencia.

El 27 de enero, no solo honra a los millones de inocentes que perdieron la vida, sino que también destaca la inquebrantable lucha por la libertad en medio de la oscuridad del Holocausto. La libertad, tanto física como espiritual, se convierte en un símbolo poderoso.

En este día, la libertad también adquiere un significado colectivo, recordándonos la importancia de preservar la memoria colectiva como una salvaguarda contra la intolerancia y la injusticia. La conmemoración del Holocausto es un recordatorio contundente de las consecuencias devastadoras que pueden surgir cuando la libertad es negada a un grupo de personas basándose en prejuicios y discriminación.

La libertad por lo tanto se convierte en un compromiso activo de construir un mundo donde la diversidad sea celebrada y los derechos fundamentales de cada individuo sean respetados, en honor a aquellos cuyas vidas fueron truncadas por el odio y la intolerancia.

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