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Nota de BBC Mundo por Margarita Rodríguez

16 abril 2021

Personas en un cementerio
Pie de foto,Para muchos expertos, Brasil se ha convertido en el epicentro mundial de la pandemia de covid-19.

Miguel Nicolelis habla de la situación de Brasil como un «Fukushima biológico».

«Cuando la gente me pide que haga una metáfora, digo que para mí es como Chernóbil o Fukushima, un reactor nuclear, pero uno biológico, que está fuera de control en una reacción en cadena», se explaya para BBC Mundo el reconocido neurocientífico y profesor de la Universidad de Duke (Estados Unidos) desde su casa en Sao Paulo.

Desde que comenzara la pandemia, la covid-19 ha dejado allí 13 millones de infectados y más de 350.000 muertos, convirtiendo a la nación sudamericana en el segundo país con más decesos después de EE.UU. (559.000), según datos de la Universidad Johns Hopkins.

Mientras se teme que una variante más contagiosa del virus, la P.1, esté impulsando el aumento de casos, no son pocos los expertos y trabajadores sanitarios que denuncian que el sistema de salud está, en algunas áreas, al borde del colapso.

En ese contexto, la de Nicolelis, quien ha asesorado a algunos estados de la región noreste del país en la lucha contra la enfermedad que causa el SARS-Cov-2, es una de las voces que alertan sobre la gravedad de la situación.

Semillero

Según el experto, los factores que explican cómo Brasil se volvió un reactor nuclear biológico fuera de control se pueden resumir en tres: la «falta de liderazgo gubernamental, la ignorancia (del gobierno) y la confianza en noticias e información falsa o el negacionismo científico».

Miguel Nicolelis
Pie de foto,Uno de los proyectos más conocidos del neurocientífico Miguel Nicolelis es el que permitió que en la inauguración del Mundial de 2014, el saque de honor lo hiciera un paciente parapléjico que usó un exoesqueleto controlado por su cerebro.

Y para el científico, es fundamental que no sólo Latinoamérica sino el mundo sepan que lo que está pasando «no es culpa del pueblo brasileño».

«Los brasileños quieren salir de esto, no quieren exportar variantes a todo el mundo», señala, pero apunta a lo que considera ha sido una ausencia de estrategia y dirección para enfrentar la pandemia por parte del gobierno federal, al que acusa de carecer de empatía.

«El gobierno brasileño nunca diseñó una estrategia o tomó alguna iniciativa con la intención real de luchar contra la pandemia».

Y así, advierte, Brasil se ha convertido en un semillero de variantes que amenazan al mundo. «Literalmente permitimos que este virus esté haciendo estragos por todo el país, que es enorme».

«A pesar de que tenemos un sistema nacional de salud pública que es bastante bueno, el gobierno nunca lo aprovechó para financiarlo y fortalecerlo significativamente en medio de esta crisis».

Enfermera en un hospital
Pie de foto,Unidad de Cuidados Intensivo del Hospital Municipal de Sao José, en Río de Janeiro.

Como consecuencia, «estamos en medio de un colapso de la salud nacional, algo que nunca ha sucedido en la historia de Brasil».

Varios estados han reportado escasez de suministros de oxígeno y sedantes.

Nicolelis habla además de la alta tasa de ocupación de las unidades de cuidados intensivos en varias zonas del país, cercano al 100% en algunos casos.

Todo esto es «la razón por la que tenemos tantos casos y tantas mutaciones que ocurren simultáneamente en todo el país».

«Y cuando hay un número alto de mutaciones como las que estamos teniendo, el surgimiento de variantes es lo esperado. Es algo que puedes dar por sentado que va a suceder».

El instituto brasileño de salud pública Fiocruz dice que ha detectado 92 variantes de coronavirus en el país, incluyendo la P.1.

El gobierno

Nicolelis cuestiona que en Brasil no se haya creado un comando central, un grupo de trabajo científico o «un liderazgo proveniente del presidente y de su gobierno que fuese eficaz para atender toda esta tragedia».

Hombre siendo vacunado
Pie de foto,El presidente Bolsonaro dijo que 2021 será el año de la vacunación de los brasileños.

«El presidente negó la gravedad de la crisis desde el principio», recuerda el experto.

Ya en marzo de 2020, Jair Bolsonaro criticó el cierre de escuelas y comercios en algunas partes de su país por el coronavirus, al que comparó con una «gripecita» o «resfriadito».

«Hizo campaña contra cualquier medida de aislamiento social, se opuso a las mascarillas», prosigue el experto. Y eso, en su opinión, creó una «confusión masiva» en todo el país.

Nicolelis está lejos de ser el único que ha cuestionado la forma en la que el líder ha manejado la pandemia.

Médicos responsables de unidades de cuidados intensivos consultados por BBC Brasil señalaron que a pesar de ser defendido por el mandatario, el llamado «kit covid» o «tratamiento temprano» para el coronavirus contribuye a aumentar el número de muertes de pacientes críticos.

Y es que «más de un año después del inicio de la pandemia en la nación sudamericana, el líder sigue respaldando el uso de medicamentos como la hidroxicloroquina y la ivermectina, pese a que varias investigaciones indican que estos fármacos no son efectivos en el tratamiento de la covid-19″, señaló la periodista Nathalia Passarinho.

«El mundo entero sufrirá las consecuencias»

De acuerdo con el profesor, «si Brasil no está bajo control, (si hay) cientos de miles de casos todos los días, vamos a tener un depósito de nuevas variantes que pueden surgir y extenderse a América del Sur y a América Latina, y luego al mundo entero en cuestión de semanas»

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