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La relación entre China y el Mercosur ha evolucionado de manera significativa en las últimas décadas, impulsada por una combinación de factores económicos, comerciales y diplomáticos. A medida que China continúa desempeñando un papel cada vez más importante en la economía global, su relación con el Mercosur se ha convertido en un componente clave de la estrategia de desarrollo económico de la región. En un mundo cada vez más interconectado, la colaboración entre China y el Mercosur ofrece nuevas oportunidades para el crecimiento y el desarrollo mutuo, al tiempo que promueve la estabilidad y la prosperidad en América Latina y más allá.

China se ha convertido en una alternativa para el Mercosur por una serie de razones que abarcan desde la creciente demanda de productos hasta las relaciones diplomáticas consolidadas entre ambas partes. Este cambio en la dinámica comercial ha generado un impacto significativo en la región sudamericana, especialmente en países como Brasil, Argentina y Uruguay, que ven en la nación asiática una oportunidad para expandir sus mercados y fortalecer sus economías. A lo largo de este extenso análisis, exploraremos detalladamente cada uno de los aspectos que han contribuido a esta relación cada vez más estrecha entre China y el Mercosur, examinando su impacto en términos de comercio, inversión, diplomacia y desarrollo económico.

Demanda de productos: China, con su vasta población y una clase media en crecimiento, representa un mercado sumamente atractivo para los países del Mercosur. En particular, naciones como Brasil, Argentina y Uruguay se benefician de la demanda constante de productos que ofrece China. Desde alimentos como la soja y la carne hasta minerales y energía, los recursos naturales y productos manufacturados de los países del Mercosur tienen un espacio significativo en el mercado chino. Esta demanda ha impulsado las exportaciones de la región y ha contribuido al crecimiento económico de sus países miembros.

La demanda de productos por parte de China ha emergido como un fenómeno de proporciones monumentales, alimentado por su vasta población y una clase media en constante expansión. Este gigantesco mercado asiático se erige como una fuente inagotable de oportunidades para los países del Mercosur, entre los cuales Brasil, Argentina y Uruguay destacan como principales beneficiarios de esta vorágine económica.

La diversidad de productos demandados por China abarca un amplio espectro que va desde los alimentos básicos, como la soja y la carne, hasta minerales y energía. Los recursos naturales y los bienes manufacturados de alta calidad provenientes de los países del Mercosur han encontrado un espacio privilegiado en el vasto y complejo mercado chino.

El impulso generado por esta demanda china ha sido un catalizador vital para las exportaciones de la región. Las empresas y productores del Mercosur han encontrado en China un mercado receptivo y en constante búsqueda de productos que satisfagan las necesidades de una población en crecimiento y en constante evolución.

En particular, el sector agroalimentario ha sido uno de los grandes beneficiarios de esta dinámica. Brasil, por ejemplo, se ha consolidado como uno de los principales exportadores de soja del mundo, con China como su principal destino. Del mismo modo, Argentina ha encontrado en la exportación de carne vacuna y productos agrícolas una vía sólida de ingresos gracias a la creciente demanda china. Uruguay, por su parte, ha visto incrementar sus exportaciones de productos lácteos y carne de alta calidad hacia el mercado chino, consolidando su posición como un proveedor confiable y competitivo.

La demanda sostenida de productos del Mercosur por parte de China no solo ha generado un impulso en las exportaciones, sino que también ha contribuido de manera significativa al crecimiento económico de los países miembros de la región. Los ingresos generados por las exportaciones a China han permitido a estos países fortalecer sus balances comerciales, invertir en infraestructura y mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos.

Este fenómeno también ha tenido un impacto transformador en la estructura económica de los países del Mercosur. La creciente demanda china ha incentivado la diversificación productiva y la búsqueda de mayores niveles de competitividad en sectores clave de la economía. Asimismo, ha fomentado la innovación y la adopción de tecnologías avanzadas para satisfacer los estándares de calidad y exigencias del mercado chino.

Acuerdos comerciales: La firma de acuerdos comerciales entre China y los países del Mercosur ha sido un factor crucial en el fortalecimiento de sus relaciones comerciales. Estos acuerdos no solo facilitan el acceso de los productos del Mercosur al mercado chino, sino que también establecen un marco para una mayor cooperación económica y comercial. A través de estos pactos, se han establecido mecanismos para reducir barreras arancelarias y facilitar el intercambio de bienes y servicios entre ambas partes, lo que ha contribuido a impulsar el comercio bilateral.

La dinámica de los acuerdos comerciales entre China y los países del Mercosur ha evolucionado de manera significativa en las últimas décadas, transformándose en un componente fundamental para el fortalecimiento de las relaciones económicas y comerciales entre ambas partes. Estos acuerdos no solo representan un hito en la integración económica global, sino que también han abierto nuevas oportunidades y desafíos para los actores involucrados, promoviendo la cooperación y el intercambio en diversos ámbitos comerciales.

En primer lugar, es importante destacar que los acuerdos comerciales entre China y el Mercosur han sido el resultado de un proceso de negociación prolongado y complejo, que ha requerido un compromiso firme por parte de ambas partes para alcanzar consensos y superar diferencias. Estos pactos comerciales no se limitan simplemente a la reducción de aranceles, sino que abarcan una amplia gama de áreas, incluyendo la facilitación del comercio, la promoción de inversiones y la protección de la propiedad intelectual, entre otros aspectos clave.

Uno de los principales beneficios de estos acuerdos es el acceso preferencial que brindan a los productos del Mercosur en el mercado chino. La reducción de aranceles y otras barreras comerciales ha permitido a los exportadores de la región competir en igualdad de condiciones con otros proveedores internacionales, mejorando su acceso a un mercado tan importante y dinámico como el chino. Esto ha estimulado la diversificación de las exportaciones del Mercosur hacia China, ampliando la gama de productos y servicios que se comercializan entre ambas partes.

Además, los acuerdos comerciales han sentado las bases para una mayor cooperación económica y comercial entre China y el Mercosur. Estos pactos no solo promueven el intercambio de bienes y servicios, sino que también fomentan la colaboración en áreas como la inversión, la infraestructura, la energía y la tecnología. A través de mecanismos de diálogo y cooperación, ambas partes buscan identificar áreas de interés común y desarrollar iniciativas conjuntas que impulsen el crecimiento económico y el desarrollo sostenible en la región.

En este sentido, los acuerdos comerciales actúan como un catalizador para la integración económica regional y global, facilitando la creación de cadenas de valor regionales y promoviendo la participación de las empresas del Mercosur en las cadenas de producción globales. Al eliminar barreras comerciales y promover la liberalización del comercio, estos acuerdos crean un entorno más propicio para la inversión y la actividad empresarial, generando empleo y riqueza en la región.

Por otro lado, es importante destacar que los acuerdos comerciales entre China y el Mercosur también plantean desafíos y oportunidades para los países miembros. La apertura de los mercados puede generar competencia para ciertos sectores industriales y agrícolas, lo que requiere políticas y estrategias de adaptación por parte de los gobiernos y las empresas. Al mismo tiempo, la integración económica con China puede ofrecer nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo para la región, especialmente en áreas como la tecnología, la innovación y la infraestructura.

Los acuerdos comerciales entre China y los países del Mercosur representan un paso crucial hacia una mayor integración económica y comercial en un mundo cada vez más interconectado. Estos pactos no solo fortalecen las relaciones comerciales entre ambas partes, sino que también promueven la cooperación y el intercambio en áreas de interés mutuo. Sin embargo, su éxito a largo plazo dependerá en gran medida de la voluntad política y el compromiso de ambas partes para implementar y cumplir con los compromisos adquiridos, así como de la capacidad de adaptación de las empresas y los sectores productivos a un entorno comercial cada vez más competitivo y globalizado.

Inversión y financiamiento: La presencia de China en América Latina no se limita solo al comercio; también se destaca por su inversión significativa en infraestructura y proyectos de desarrollo en la región. Desde la construcción de carreteras y puertos hasta la implementación de proyectos energéticos y de telecomunicaciones, China ha desempeñado un papel activo en el desarrollo de la infraestructura latinoamericana. Además de la inversión directa, China ofrece financiamiento a través de instituciones financieras como el Banco de Desarrollo de China y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, lo que brinda a los países del Mercosur acceso a recursos financieros para impulsar su crecimiento económico.

La presencia e influencia de China en América Latina se extiende mucho más allá del ámbito comercial; abarca un compromiso profundo con la inversión y el financiamiento de proyectos de infraestructura y desarrollo en toda la región. Esta participación activa ha marcado un cambio significativo en el paisaje económico y político de América Latina, y particularmente en los países del Mercosur, quienes han sido receptores de una gran parte de esta inversión y financiamiento chino.

La inversión china en América Latina abarca una amplia gama de sectores, desde la construcción de carreteras, puertos y aeropuertos hasta la implementación de proyectos energéticos, de telecomunicaciones y de desarrollo urbano. Esta inversión no solo ha ayudado a mejorar la infraestructura física de la región, sino que también ha contribuido al crecimiento económico, la generación de empleo y el desarrollo sostenible en muchos países del Mercosur.

China ha demostrado un compromiso a largo plazo con América Latina a través de la implementación de una variedad de proyectos de infraestructura de gran escala. En Brasil, por ejemplo, China ha invertido en proyectos de energía hidroeléctrica y en la modernización de puertos y aeropuertos para mejorar la capacidad logística y facilitar el comercio. En Argentina, la inversión china se ha dirigido hacia proyectos de energía renovable y de infraestructura ferroviaria, mientras que en Uruguay, se han desarrollado proyectos conjuntos en el sector agrícola y de telecomunicaciones.

Además de la inversión directa, China ha proporcionado financiamiento a través de una variedad de mecanismos financieros, incluidos el Banco de Desarrollo de China y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. Estas instituciones financieras han desempeñado un papel crucial al proporcionar capital y recursos para proyectos de infraestructura de gran escala en América Latina, incluyendo aquellos en los países del Mercosur. Este financiamiento ha permitido a los países de la región acceder a recursos financieros a tasas preferenciales y en condiciones favorables, lo que ha facilitado la implementación de proyectos clave para su desarrollo económico y social.

Es importante destacar que la inversión y el financiamiento chinos en América Latina también han planteado desafíos y preocupaciones en términos de transparencia, sostenibilidad ambiental y responsabilidad social. Algunos proyectos han sido objeto de críticas por su impacto ambiental y social, así como por la falta de consulta con las comunidades locales y la falta de transparencia en los procesos de licitación y contratación.

La presencia de China en América Latina, y en particular en los países del Mercosur, ha representado una oportunidad única para el desarrollo económico y la integración regional. La inversión y el financiamiento chinos han contribuido significativamente a la mejora de la infraestructura y al crecimiento económico de la región, proporcionando recursos financieros y tecnológicos para proyectos clave en una variedad de sectores. Sin embargo, es fundamental abordar los desafíos y preocupaciones asociados con esta inversión, garantizando la transparencia, la sostenibilidad y el respeto por los derechos humanos y ambientales en todos los proyectos financiados por China en América Latina.

CONSCUENCIAS EN LO ECONOMICO COMERCIAL:

La firma de un acuerdo comercial entre el Mercosur y China tendría una serie de consecuencias económicas, tanto positivas como negativas, que afectarían a los países miembros del bloque sudamericano y a la economía global en su conjunto. Estas consecuencias pueden variar dependiendo de la naturaleza y el alcance del acuerdo, así como de las políticas implementadas por los países involucrados. A continuación, se presentan algunas de las posibles repercusiones económicas de un acuerdo entre el Mercosur y China:

  1. Beneficios para el comercio bilateral: Un acuerdo comercial con China abriría nuevos mercados para los productos del Mercosur y facilitaría el acceso a la economía china, que es una de las más grandes del mundo. Esto podría resultar en un aumento significativo de las exportaciones de los países del Mercosur, especialmente en sectores como la agricultura, la minería y la energía.
  2. Diversificación de los socios comerciales: Un acuerdo con China permitiría al Mercosur diversificar sus relaciones comerciales y reducir su dependencia de otros mercados, como los Estados Unidos y la Unión Europea. Esto proporcionaría una mayor estabilidad económica y reduciría la vulnerabilidad ante eventuales crisis económicas en otras regiones del mundo.
  3. Impulso a la inversión extranjera: La perspectiva de un acuerdo comercial con China podría atraer inversiones extranjeras al Mercosur, ya que los inversores podrían ver a la región como un destino atractivo para la producción y exportación hacia el mercado chino. Esto podría estimular el crecimiento económico y la creación de empleo en los países miembros del Mercosur.
  4. Competencia para sectores locales: Sin embargo, la apertura del mercado a los productos chinos también podría representar una competencia para ciertos sectores industriales y agrícolas del Mercosur. Las empresas locales podrían enfrentarse a la presión de los productos chinos, que a menudo son más baratos debido a los costos laborales y de producción más bajos en China.
  5. Impacto en la balanza comercial: Dependiendo de la estructura de los acuerdos comerciales y de las condiciones de intercambio, el acuerdo podría tener un impacto en la balanza comercial del Mercosur. Si las exportaciones al mercado chino superan las importaciones desde China, esto podría contribuir a un superávit comercial y a un aumento de las reservas internacionales de los países del Mercosur.
  6. Transferencia de tecnología y conocimientos: Un acuerdo con China también podría implicar la transferencia de tecnología y conocimientos entre los países del Mercosur y China. Esto podría beneficiar a los países del Mercosur al permitirles acceder a tecnologías avanzadas y mejorar su capacidad productiva y competitividad a largo plazo.

Un acuerdo comercial entre el Mercosur y China podría tener importantes implicaciones económicas para ambas partes. Si bien podría generar beneficios en términos de comercio, inversión y diversificación de socios comerciales, también plantearía desafíos en términos de competencia para ciertos sectores locales y la necesidad de garantizar condiciones equitativas para todos los actores involucrados. Por lo tanto, cualquier acuerdo debería ser cuidadosamente negociado y diseñado para maximizar los beneficios y mitigar los riesgos para todas las partes implicadas.

CONSECUENCIAS POLITICAS Y SOCIALES:

  1. Diversificación de socios comerciales: La incertidumbre en las negociaciones comerciales con la Unión Europea ha llevado a los países del Mercosur a buscar la diversificación de sus socios comerciales. En este contexto, China se presenta como una opción atractiva debido a su tamaño de mercado y su crecimiento económico constante. Al expandir sus relaciones comerciales con China, los países del Mercosur reducen su dependencia de un único mercado y diversifican sus fuentes de ingresos, lo que les proporciona una mayor estabilidad económica a largo plazo.
  2. Relaciones diplomáticas: Las sólidas relaciones diplomáticas entre China y los países del Mercosur han desempeñado un papel fundamental en el fortalecimiento de los lazos bilaterales. A través de visitas de líderes, intercambios culturales y cumbres bilaterales, ambas partes han trabajado para promover la cooperación en una amplia gama de áreas, desde el comercio hasta la educación y la ciencia. Estos esfuerzos diplomáticos han contribuido a crear un entorno propicio para el crecimiento de las relaciones comerciales y la cooperación económica entre China y el Mercosur.
  3. Impacto en la política interna: La negociación y firma de un acuerdo comercial con China pueden tener implicaciones políticas dentro de los países del Mercosur. Los gobiernos y las fuerzas políticas pueden enfrentarse a debates internos sobre los beneficios y desafíos del acuerdo, lo que podría generar tensiones y divisiones dentro de la sociedad y el sistema político.
  4. Cuestiones de soberanía y dependencia: La dependencia económica y comercial de los países del Mercosur respecto a China podría plantear cuestiones de soberanía y autonomía política. La creciente influencia china en la región podría generar preocupaciones sobre la capacidad de los países del Mercosur para proteger sus intereses nacionales y mantener su autonomía política y económica.
  5. Relaciones internacionales: La firma de un acuerdo con China también podría tener implicaciones en las relaciones internacionales de los países del Mercosur. Podría generar tensiones con otros socios comerciales y regionales, especialmente si perciben el acuerdo como una amenaza para sus propios intereses económicos y políticos. Además, podría alterar el equilibrio de poder en la región y afectar las dinámicas geopolíticas existentes.
  6. Impacto en los derechos laborales y ambientales: La apertura del mercado a los productos chinos podría tener consecuencias sociales en términos de empleo y condiciones laborales en los países del Mercosur. La competencia con los productos chinos, que a menudo son más baratos debido a los bajos costos laborales, podría poner en riesgo empleos locales y presionar los salarios a la baja. Además, también podría haber preocupaciones sobre el impacto ambiental de la expansión de la actividad económica y comercial asociada al acuerdo.
  7. Desafíos de inclusión social: La firma de un acuerdo con China también podría plantear desafíos en términos de inclusión social y distribución equitativa de los beneficios económicos. Es crucial garantizar que los beneficios del acuerdo lleguen a todos los sectores de la sociedad, especialmente a aquellos más vulnerables, y que no contribuyan a aumentar las desigualdades sociales y económicas existentes en los países del Mercosur.

CONSECUENCIAS EN LO CULTURAL EDUCATIVO


La firma de un acuerdo comercial entre el Mercosur y China no solo impactaría en los aspectos económicos y políticos, sino que también tendría importantes repercusiones en los ámbitos cultural y educativo de los países involucrados. Estas dimensiones culturales y educativas son fundamentales para comprender el alcance completo de cualquier acuerdo de esta magnitud, ya que pueden influir en la forma en que las sociedades se relacionan, aprenden y preservan su identidad cultural. A continuación, exploraremos en detalle las posibles consecuencias en estos ámbitos:

  1. Intercambio cultural y enriquecimiento mutuo: La relación entre el Mercosur y China podría fomentar un intercambio cultural significativo. Esto podría traducirse en la promoción de exposiciones, festivales, eventos artísticos y espectáculos que celebren la diversidad cultural de ambas regiones. El intercambio cultural no solo enriquecería la experiencia de las personas en ambas partes, sino que también promovería la comprensión mutua y fortalecería los lazos entre las comunidades.
  2. Influencia en la educación y oportunidades de aprendizaje: La influencia de China en el ámbito educativo del Mercosur podría ser considerable. La implementación de programas de intercambio estudiantil, becas de estudio en universidades chinas y la enseñanza del idioma chino en instituciones educativas del Mercosur abriría nuevas oportunidades de aprendizaje y crecimiento para los estudiantes de la región. Esto no solo ampliaría sus horizontes académicos, sino que también fomentaría una mayor comprensión intercultural.
  3. Preservación de la identidad cultural y diversidad: Aunque el intercambio cultural puede ser enriquecedor, también plantea desafíos para la preservación de la identidad cultural y la diversidad de los países del Mercosur. La creciente influencia de la cultura china podría generar preocupaciones sobre la pérdida de tradiciones locales y la homogeneización cultural. Es esencial que los países del Mercosur tomen medidas para salvaguardar y promover su patrimonio cultural frente a la influencia extranjera.
  4. Colaboración en proyectos culturales y educativos: La relación con China podría generar nuevas oportunidades de colaboración en proyectos culturales y educativos entre el Mercosur y China. Estos proyectos podrían incluir investigaciones conjuntas, organización de conferencias, desarrollo de programas de intercambio académico y proyectos de conservación del patrimonio cultural. Esta colaboración no solo fortalecería los lazos entre ambas regiones, sino que también fomentaría el intercambio de conocimientos y experiencias.

La firma de un acuerdo comercial entre el Mercosur y China no solo tendría implicaciones económicas y políticas, sino que también impactaría en los ámbitos cultural y educativo de manera significativa. Es esencial que los países del Mercosur aborden estas dimensiones de manera proactiva y busquen maximizar los beneficios del acuerdo mientras protegen y promueven su diversidad cultural y educativa. Esto requerirá un enfoque equilibrado que fomente el intercambio intercultural y la colaboración educativa, al tiempo que garantice la preservación de la identidad cultural y los valores locales de la región.

CONSECUENCIAS EN LO TECNOLOGICO

La firma de un acuerdo comercial entre el Mercosur y China tendría importantes repercusiones en el ámbito tecnológico, tanto en términos de oportunidades como de desafíos para los países involucrados. Estas consecuencias abarcan desde la transferencia de tecnología hasta la competencia en el mercado tecnológico. A continuación, exploraremos algunas de las posibles consecuencias en este aspecto:

  1. Transferencia de tecnología: La relación más estrecha entre el Mercosur y China podría facilitar la transferencia de tecnología entre ambas regiones. China es conocida por su rápido avance tecnológico en sectores como la inteligencia artificial, la tecnología móvil y las energías renovables. La colaboración con China podría permitir a los países del Mercosur acceder a tecnologías avanzadas y conocimientos técnicos que podrían impulsar el desarrollo económico y la innovación en la región.
  2. Inversión en infraestructura tecnológica: China ha mostrado un gran interés en invertir en infraestructura tecnológica en América Latina. Esto podría incluir proyectos de desarrollo de redes de telecomunicaciones, expansión de la banda ancha, implementación de tecnologías de la información y comunicación, y desarrollo de parques tecnológicos. Estas inversiones podrían mejorar la conectividad digital y fortalecer la infraestructura tecnológica en los países del Mercosur.
  3. Competencia en el mercado tecnológico: Sin embargo, la relación con China también podría plantear desafíos en términos de competencia en el mercado tecnológico. Las empresas tecnológicas chinas, como Huawei y Tencent, son líderes mundiales en sectores como las telecomunicaciones y la tecnología móvil. La entrada de estas empresas al mercado del Mercosur podría generar competencia para las empresas locales y regionales, y requeriría que estas últimas se adapten y sean más innovadoras para mantener su competitividad.
  4. Desarrollo de capacidades tecnológicas: La colaboración con China podría ayudar a los países del Mercosur a desarrollar sus propias capacidades tecnológicas. Esto incluiría la formación de profesionales en áreas de tecnología de vanguardia, la creación de centros de investigación y desarrollo, y la promoción de la innovación y el emprendimiento tecnológico. Estas iniciativas podrían contribuir al desarrollo de un ecosistema tecnológico vibrante y dinámico en la región.
  5. Desafíos de seguridad y privacidad: La relación con China también podría plantear desafíos en términos de seguridad cibernética y privacidad de datos. La participación de empresas chinas en proyectos de infraestructura tecnológica y telecomunicaciones podría generar preocupaciones sobre la seguridad de los datos y la privacidad de los usuarios. Es importante que los países del Mercosur establezcan marcos regulatorios sólidos y mecanismos de supervisión para garantizar la protección de los datos y la seguridad cibernética en un entorno tecnológico cada vez más interconectado.

La firma de un acuerdo comercial entre el Mercosur y China tendría importantes implicaciones en el ámbito tecnológico. Si bien podría abrir nuevas oportunidades para la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades tecnológicas, también plantearía desafíos en términos de competencia en el mercado tecnológico y seguridad cibernética. Es fundamental que los países del Mercosur aborden estos desafíos de manera proactiva y busquen maximizar los beneficios del acuerdo mientras mitiguen los riesgos asociados con la adopción de nuevas tecnologías y la participación de empresas extranjeras en el sector tecnológico.

CONCLUSIONES:

En conclusión, la posibilidad de un acuerdo comercial entre el Mercosur y China representa una oportunidad significativa para ambas partes. Este acuerdo podría fortalecer los lazos económicos y comerciales entre las dos regiones, abrir nuevos mercados y promover la cooperación en diversos sectores. Sin embargo, también plantea desafíos importantes en términos de competencia, seguridad y preservación de la identidad cultural y los valores locales.

El potencial de un acuerdo Mercosur-China es considerable, especialmente considerando el tamaño y el dinamismo de la economía china y la diversidad de los países que conforman el Mercosur. Se esperaría que dicho acuerdo impulsara el crecimiento económico, la creación de empleo y la integración regional en América Latina, al tiempo que contribuiría al desarrollo sostenible y la estabilidad económica en la región.

Es crucial que cualquier acuerdo entre el Mercosur y China se base en principios de reciprocidad, equidad y respeto mutuo. Debe garantizar condiciones comerciales justas y equitativas para ambas partes, proteger los derechos laborales y ambientales, y promover la inclusión social y el desarrollo humano.

Además, es esencial que los países del Mercosur adopten medidas para fortalecer sus capacidades productivas y tecnológicas, así como para diversificar sus economías y reducir su dependencia de sectores específicos. Esto les permitiría aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la relación con China y mitigar los riesgos asociados con una mayor apertura comercial.

En última instancia, la negociación y firma de un acuerdo Mercosur-China deben llevarse a cabo de manera transparente y participativa, con la consulta y participación de todos los sectores interesados, incluidos los sectores empresariales, sindicales, académicos y civiles. Solo a través de un diálogo abierto y constructivo se pueden alcanzar acuerdos que beneficien a todas las partes y contribuyan al desarrollo económico y social de la región en su conjunto.

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